Trump pone aranceles por más de 600 millones de dólares a productos Argentinos
Donald Trump oficializo aranceles al acero y aluminio argentino.
Estados Unidos ha confirmado la aplicación de aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio provenientes de la Argentina, una medida que afecta directamente a la industria metalúrgica nacional. Con un promedio de exportaciones que ronda los 600 millones de dólares anuales en estos productos, el nuevo esquema arancelario podría representar un golpe significativo para el sector.
El gobierno estadounidense ha tomado esta decisión bajo el argumento de proteger su industria local, una política que ya había sido implementada en el pasado y que ahora vuelve a imponerse sin excepciones. A pesar de que en administraciones previas Argentina logró obtener concesiones que limitaban el impacto de estas tarifas, en esta ocasión la medida es contundente y generalizada.
Empresas afectadas y sectores perjudicados
Los principales afectados por esta decisión serán grandes empresas del sector metalúrgico, con Aluar y el Grupo Techint a la cabeza. En particular:
Aluar, la única productora de aluminio en el país, exportó en 2024 aproximadamente 530 millones de dólares a Estados Unidos, lo que representa el 40% de su producción total.
Ternium y Tenaris, pertenecientes al Grupo Techint, enviaron más de 100 millones de dólares en acero al mercado estadounidense el año pasado.
ArcelorMittal Acindar, otra de las firmas clave en el sector, dejó de exportar a EE.UU. tras la imposición de cupos en 2018.
El impacto no se limita únicamente a las exportaciones. La reducción de la demanda en el mercado estadounidense podría traducirse en una caída en la producción local, afectando el empleo en la industria y repercutiendo en toda la cadena de valor del sector metalúrgico.
Impacto en la balanza comercial
Históricamente, Argentina ha mantenido un déficit comercial con EE.UU. en el sector siderúrgico. De acuerdo con datos de la consultora Abeceb, en los últimos cinco años las exportaciones de acero e hierro promediaron los 164 millones de dólares anuales, mientras que las importaciones desde EE.UU. alcanzaron los 107.000 millones, generando un déficit de más de 106.000 millones de dólares.
En contraste, el comercio de aluminio ha sido superavitario para Argentina. Las exportaciones anuales promediaron los 418 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de solo 10 millones, lo que dejó un saldo positivo superior a los 400 millones de dólares. Estados Unidos absorbe cerca del 62% de las exportaciones argentinas de aluminio, por lo que la imposición de aranceles afecta directamente la competitividad de este sector.
Un sector en crisis
La industria de los metales básicos en Argentina cerró 2024 con una caída del 17,5%, la peor desde la pandemia. La siderurgia y la fundición de metales sufrieron desplomes del 22,6% y 17,6%, respectivamente. Este retroceso se debe a la contracción de la demanda interna de insumos para la construcción, el sector metalmecánico y la industria automotriz, lo que ha agravado aún más la situación del sector.
Estrategias empresariales para mitigar el impacto
Algunas empresas ya habían anticipado posibles barreras arancelarias y tomado medidas preventivas. Techint, por ejemplo, construyó una planta en Bay City, Texas, con una capacidad de producción anual de 600.000 toneladas de tubos sin costura, utilizados en la industria petrolera estadounidense. Esta inversión permitió a la firma seguir abasteciendo el mercado sin depender de exportaciones directas desde Argentina.
Posibles negociaciones diplomáticas
El gobierno argentino deberá evaluar opciones para mitigar el impacto de esta decisión y negociar una posible flexibilización de las restricciones. En 2018, la administración de Mauricio Macri logró una exención parcial a estos aranceles, permitiendo exportaciones sin impuestos hasta ciertos cupos. Sin embargo, en 2019 Estados Unidos revirtió esta concesión.
Es posible que el presidente Javier Milei aborde este tema en su próxima visita a Washington, buscando que Argentina reciba un trato preferencial similar al que se le otorgó a Australia en ocasiones anteriores. Además, este escenario podría influir en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, dado que la reducción de exportaciones impactará en la generación de divisas para el país.
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