Jujeño quiso ir a ver a su "chongo" en el carnaval de Humahuaca y volvió llorando
El joven quería estar con el hombre de su vida y en la ruta vivió una pesadilla.
Un ciudadano jujeño experimentó una montaña rusa de emociones cuando decidió conectarse a Grindr, una aplicación de citas dirigida al público gay. Tras encontrar a un joven que despertó su interés, acordaron un encuentro a las 10 de la mañana. Con la expectativa de un día prometedor, el jujeño se dispuso a salir, confiando en que ya no tenía rastros de alcohol en su organismo.
Sin embargo, su jornada dio un giro inesperado cuando, a pocos metros de la estación de servicio, se encontró con un control de alcoholemia. Sorprendido, sopló la pipeta y registró un nivel de 0.20 de alcohol en sangre. "Pensaba que se me había pasado", lamentó.
Ante esta situación, tuvo que hacer frente a las consecuencias legales y financieras de su error. Con un sentimiento de tristeza, compartió que tendría que desembolsar una suma considerable, aún cuando consideraba que la cantidad de alcohol en su organismo era mínima.
La complicación no terminó allí. Un amigo acudió en su ayuda, siendo el único con licencia de conducir, pero al llegar al lugar, también fue sometido al control y registró el doble de la tasa permitida. Ambos tuvieron que esperar en la ruta hasta que los efectos del alcohol desaparecieran y les devolvieran el auto.
A pesar de este contratiempo, el jujeño logró rescatar algo positivo de la situación. A pesar de los inconvenientes, pudo encontrarse con su cita y vivir un día maravilloso, demostrando que, incluso en las circunstancias más adversas, siempre hay espacio para la esperanza y la alegría.
Comentarios