No irá preso

Con un bolso lleno de guita: Condenaron al bancario jujeño más buscado

Sus victimas eran jubilados que cobran la mínima.

QPJ JUJUY


El Juzgado Federal de Garantías N°1 emitió una sentencia que condena a tres años de prisión en suspenso e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos a Roberto Gonzalo Mendoza, quien era empleado de una entidad bancaria en la ciudad de San Pedro de Jujuy. La condena se basa en la comprobación del delito de defraudación por parte de una persona a cargo del manejo, administración o cuidado de bienes o intereses pecuniarios ajenos, en concurrencia ideal con el delito de defraudación en contra de la administración pública.

Según El Tribuno, la sentencia se derivó de un acuerdo de juicio abreviado que duró cuatro meses y fue propuesto por el fiscal Federico Zurueta, quien es el titular del Área de Casos Complejos de la Unidad Fiscal. Romina Verdur, auxiliar fiscal, también participó en la investigación.

Una parte importante del acuerdo incluyó una reparación dirigida a 23 de las 27 víctimas afectadas. Estas personas eran jubiladas, mayores de entre 69 y 80 años, que cobraban la jubilación mínima y presentaban un alto grado de vulnerabilidad.

En cuanto a la reparación económica, Roberto Gonzalo Mendoza entregó la suma de 483 mil pesos, que fue distribuida entre los jubilados afectados a través de la Fiscalía.

Además de la pena de prisión en suspenso, se impusieron ciertas reglas de conducta y la realización de tareas comunitarias durante los primeros dos años de la condena.

El daño causado por el empleado bancario se estimó en una cantidad que supera los cuatro millones de pesos, y el banco también realizó un aporte de 1,8 millones de pesos para cubrir algunas de las maniobras fraudulentas cometidas por el acusado.

Según la investigación, Roberto Gonzalo Mendoza ingresó a trabajar en el Banco Nación en 2014 y fue desafectado en octubre del año pasado. Durante su tiempo en la entidad, se volvió conocido tanto por los clientes como por la comunidad de San Pedro de Jujuy, donde residía.

Entre las maniobras fraudulentas que se detectaron se encuentran la toma de préstamos, cuyos fondos eran redirigidos inmediatamente a otras cuentas, incluida la de su pareja. También se encontraron operaciones destinadas a encubrir rastros y evitar que las víctimas detectaran de inmediato el fraude. Mendoza utilizaba claves internas del banco para utilizar dinero de otros clientes y cubrir los vacíos financieros. Además, se descubrió la creación de cuentas en la aplicación del banco sin el consentimiento de los clientes, utilizando fotografías y documentos personales de las víctimas. Estos préstamos eran transferidos a cuentas destinatarias, y las víctimas no se daban cuenta de las cuotas que se les estaban debitando en concepto de pago de préstamos.

En total, se vieron afectados 23 jubilados debido a estas maniobras fraudulentas. La Fiscalía destacó la vulnerabilidad de las víctimas, ya que muchas de ellas eran jubiladas que cobraban la jubilación mínima y no tenían conocimientos avanzados en el uso de dispositivos electrónicos. El empleo de fotografías y documentos personales de las víctimas facilitó las maniobras fraudulentas de Mendoza. El empleado bancario también abusó de la confianza de los clientes y de la entidad bancaria en la que trabajaba.

En resumen, Roberto Gonzalo Mendoza llevó a cabo una serie de maniobras fraudulentas que involucraban la toma de préstamos, la creación de cuentas bancarias sin el consentimiento de los clientes y la transferencia de fondos a cuentas destinatarias. Su conocimiento interno del banco y su relación con los clientes facilitaron estas actividades fraudulentas. Como resultado, fue condenado a tres años de prisión en suspenso, inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos y la realización de tareas comunitarias./El Tribuno

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