Un depravado

Una nenita contó que su papá la invitaba a "jugar" y le hacía cosas horribles: está detenido

El acusado pertenece a la policía y su mujer, quien también está en las fuerzas, fue señalada como cómplice.

Un hecho gravísimo conmueve a toda la comunidad de la provincia de Buenos Aires, cuando una nenita de 4 años confesó las atrocidades que su papá le hacía cuando la "invitaba a jugar". 

La denuncia fue realizada por una de las cuñadas del acusado. A pesar de tener una perimetral, la denunciante afirma que la nena sigue conviviendo con el pervertido debido a que su madre y él pertenecen a la policía.

La joven solicitó la ayuda de un abogado ya que no tiene los recursos suficientes para acceder a uno y así poder resguardar a sus sobrinos de 4 años y de uno y medio. "No quiero que pasen por el calvario que viví yo cuando era una niña", confesó. Esta última frase tiene que ver con que Luciana, cuando era pequeña, también había sufrido abuso sexual por parte de un tío materno, detalla TN.

Según sostuvo, sus sobrinos sigue teniendo contacto con quien sería su abusador, que a su vez ya había sido denunciado en 2018 en la comisaría de la Mujer de Temperley. En aquella oportunidad, el acusado habría manoseado a la abuela de los menores cuando estaba dormida.

LAS MARCAS DEL ABUSO

De acuerdo al relato de Luciana, hace tres meses su sobrina fue de visita a la casa de su abuela y pidió ir al baño. Al acompañarla, Luciana observó que la menor "tenía paspada toda la zona de la vagina".

El episodio se repitió a la semana siguiente. La niña seguía con la irritación y, cuando le consultaron a la mamá de la nena por los motivos, "no sabía qué responder" y sostenía que "le estaba aplicando una crema", contó Luciana, la denunciante. 

Al poco tiempo, la menor volvió a quedarse a dormir en lo de su abuela. Para ese entonces, la herida era de mayor gravedad. "Tenía todo muy rojo hasta el ano, la nena ya se quejaba del dolor. Cuando su abuela le preguntó por qué tenía todo así, la nena respondió ´de eso no se habla´".

Ese fue el signo de alerta por el que Luciana, junto a su mamá, decidieron llevar a la niña a la guardia del Hospital de Pediatría Garrahan, donde quedó internada una semana.

"A mi peluche le duele la cola porque estaba jugando con su papá y le entró un chicle en la cola", le habría dicho la menor a su tía, mientras esperaban en la guardia del nosocomio.

Según los informes médicos, el abuso sexual no pudo ser constatado ya que no hubo acceso carnal. Sin embargo, tampoco se descartó.






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