Estos son los dos nuevos exorcistas que tendrá el norte

El arzobispo de Salta, Mario Cargnello, designó hoy a dos sacerdotes para que se encarguen de realizar exorcismos, con "el poder de expulsar demonios de las personas poseídas".

"Con el mandato de Cristo, la Iglesia, mediante el ministerio del exorcista, tiene el poder de expulsar los demonios de una persona poseída realizando el rito del exorcismo. Para esta Arquidiócesis se designó a los párrocos Loylola Pinto y de Sancristóval y Héctor Fernando Campero como tales", enuncia el documento difundido por el sitio del diario El Tribuno.

En el escrito firmado por el arzobispo, se señala que "el demonio, sigue empeñado en alejar a las almas de Dios enviándolas, a través de la tentación, a pecar. Por eso podemos afirmar que ese es el peor de los males, y causa de tantos otros. A esto se lo suele denominar, acción ordinaria del demonio".

"Además, el demonio puede actuar de forma extraordinaria a través de la infección de lugares, la vejación a personas y la más extrema, que es la posesión. Se le llama extraordinaria, no sólo por sus manifestaciones externas, sino por su poca frecuencia", se indica además.

También se señala que todo lo que tenga que ver con el servicio del exorcismo es de "absoluta reserva y discreción".

El documento luego que se difundiera que el viernes pasado se había practicado una ceremonia de exorcismo que tuvo como objeto a una joven mujer en la Catedral de la capital salteña.

El sitio de FM 98.9 señala que el testimonio pertenece a dos mujeres que cerca de las 18 se acercaron a unas de las oficinas del edificio religioso para pedir que se acelere una misa y tras escuchar gritos tras la puerta, pudieron ver que dos padres asistían a una joven que parecía endemoniada.

Según el mismo medio, no era la primera vez que la mujer era sometida a la práctica.

Unos 800 religiosos en todo el mundo practican el exorcismo, 290 de de ellos en Italia y 39 en España, según indicaba en mayo pasado el teólogo mexicano Luis Ramírez, coordinador del "XVI Curso sobre exorcismo y plegarias de liberación", que se llevó a cabo entonces en la ciudad de Roma, organizado por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.

Entonces, un centenar de personas, lo que incluía a religiosos y psiquiatras, estudiaron sobre posesiones demoníacas, la vida del exorcista, el peligro de las redes sociales y el ocultismo satánico, todo con el objetivo de dejar de lado la mitificación que ha causado el cine y la literatura de este asunto.