La Quiaca-Villazón, la frontera colador por donde pasan 900 niños por día

Varían los actores, pero no las formas. Cuáles son las fallas estructurales que podríamos modificar para solucionar, e incluso prevenir, los casos que se repiten. El rol de la Argentina en un mundo que atraviesa una crisis migratoria internacional.

Una investigación financiada por Fopea y La Otra Trama cuenta la porosidad de la frontera jujeño-boliviana, un territorio donde la trata de personas tiene todo permitido.

El tráfico ilegal de personas en zonas cercanas a la frontera con Bolivia es un negocio instalado, que se beneficia de las fallas estructurales de la frontera. Esta es la tesis central de una investigación realizada por el periodista Diego Granda, auspiciada y financiada por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) y La Otra Trama, un red de organizaciones de la sociedad civil.

La investigación, titulada Los invisibles de La Quiaca, revela estos datos centrales:

900 menores pasan por día de forma irregular por la frontera La Quiaca-Villazón.

18.000 niños bolivianos trabajan en talleres clandestinos y campos en la Argentina.

70.000 pesos argentinos es el costo de cruzar a una persona indocumentada desde Villazón (Bolivia), pasando por La Quiaca, hasta Buenos Aires.

1.200 hombres en edad de trabajar no tienen empleo registrado, de los 20.000 habitantes de La Quiaca.

616 son los kilómetros que separan la oficina más cercana del ministerio de Seguridad de la Nación con el paso fronterizo La Quiaca-Villazón.

500 metros es la distancia entre la “Calle Jujuy”, un cruce sin controles, y el Paso Internacional Horacio Guzmán.

153 personas, solamente, fueron condenadas por trata de personas en la Argentina.

6.033 personas son buscadas actualmente en la Argentina.

"Lo fundamental para interpretar casos de trata es comprender la psicología de las chicas. Hay que entender a las personas que aparecen: vienen de sufrir vulneraciones a sus derechos más íntimos y, por lo general, vienen de situaciones previas también de vulnerabilidad”, cita el informe a Marcela Rodríguez, responsable del Programa de Asesoramiento y Patrocinio para Víctimas de Trata de Personas de la Defensoría General de la Nación Argentina. 

La investigación no se queda en una denuncia, avanza en la comprensión integral del fenómeno.

El autor es Diego Granda, los videos de Candela Grizutti y Armando Flores, las fotografías de Sebastián Granda y Diego Granda, el diseño y desarrollo multimedia de Facundo Segura, la tutoría periodística de Verónica Toller, la coordinación editorial de Andrea Schulte y la coordinación general de Vanina Berghella.

Documento de investigación en extenso: