"Negro está todo bien", dijo su asesino para despistar y simular una pelea de pareja
A Lucila Yaconis le iban a festejar el cumpleaños pero la terminaron velando, porque a plena luz del día, un hombre abusó de ella y la mató
"Negro está todo bien", dijo el hombre para despistar a quien podría haber ayudado. La hizo pasar por su novia, le hizo lo peor y la terminó asesinando. 80 pruebas de ADN y ningún culpable. ¿Cómo puede ser?
El desgarrador caso de la chica de 16 años a la que le arrebataron la vida a sangre fría. Su femicida fingió ser su novio, "negro, está todo bien".
"El crimen perfecto". En vez de celebrarle el cumpleaños, le hicieron una misa. A Lucila la asesinaron, su mamá planeaba una fiesta que no pudo ser. Hubo 80 pruebas de ADN pero nadie fue a la cárcel por su asesinato
"Negro, está todo bien": la frase con la que el asesino de Lucila Yaconis ganó tiempo e impunidad. Al decir eso, quien podría haber ayudado a la menor, no lo hizo, porque le creyó a su abusador y asesino...
El caso quedó ahora al borde de la prescripción. "Jamás sabremos quién lo hizo", se lamentó la mamá de la adolescente de 16 años, asesinada en 2003.
Lucila Yaconis tenía 16 años cuando fue atacada en las vías del tren de Núñez, Buenos Aires.
"Mamá, ¿te das cuenta que estoy a 10 días de mi cumpleaños y todavía no sé qué voy a hacer?". Isabel recuerda con una mezcla de emociones la última conversación que tuvo con su hija Lucila Yaconis, hace ya casi 20 años.
El 21 de abril de 2003 la asesinaron cuando volvía de visitar a su abuela, a solo dos cuadras de su casa en el barrio porteño Núñez. Ahora, la causa en la que nunca hubo un solo acusado, podría prescribir. "Jamás sabremos quién lo hizo", se lamentó la madre en diálogo con TN.
Isabel se quedó sin palabras. Después de tantos años de lucha pareciera haberla alcanzado al fin una silenciosa resignación. Y apuntó: "Aunque la causa siguiera abierta, nunca tuvo una pista firme".
Al menos 80 muestras de ADN de distintos sospechosos pasaron por ese expediente y todos los cotejos con el patrón genético que se encontró en la escena del crimen dieron negativo. El asesino de Lucila Yaconis camina libre por las calles.
El caso de Lucila Yaconis, "el crimen perfecto"
Cuando Lucila tuvo aquella charla con su mamá sobre el festejo por el que todavía no se había decidido, le faltaba una semana para cumplir los 17 años. "El asesino se encargó de que su cumpleaños fuera una misa orando por el descanso de su alma", remarcó Isabel.
Le faltaban dos cuadras para llegar a su casa cuando apareció un sujeto en Vilela y las vías del tren Mitre, que la arrastró unos cien metros para atacarla sexualmente. Lucila se resistió y murió defendiéndose, sin que nadie interviniera para ayudarla.
Se supo que un testigo alcanzó a ver un movimiento sospechoso en la zona de las vías, pero tuvo miedo y se fue. El otro fue un trabajador de un taller de ascensores, un sereno, que escuchó cuando Lucila gritó "dejame". Este hombre se asomó y preguntó qué pasaba, y el homicida le contestó: "Negro, está todo bien, estoy con mi novia". Su respuesta pareció ser suficiente para el otro que, efectivamente, no se metió y siguió con su trabajo.
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