Bienes y propiedades en juego y mucha "envidia". Un padre asesinó a su hija a balazos
El caso está catalogado como "femicidio" y el hombre posteriormente decidió ponerle fin a su vida. Los motivos
Propiedades, juicio y antecedentes por amenazas: la trama del brutal femicidio seguido de suicidio en Córdoba. La víctima era instructora de Zumba, tenía 48 años y un hijo de 18. En 2020, había denunciado a su padre en una Unidad Judicial de La Carlota.
A 24 horas del brutal femicidio seguido de suicidio, que todavía tiene conmocionada a la ciudad cordobesa de La Carlota, se conocieron detalles del momento en que Teodoro Villarruel (75) le disparó en la cara a su hija, María Eugenia (48), y luego se suicidó. "Fue todo muy rápido. El hombre caminó hasta el gimnasio con un arma: estaba determinado a matarla", confiaron a Infobae fuentes de la investigación.
Sucedió este miércoles alrededor de las 21 en un local de fitness, ubicado sobre la avenida San Martín al 400, donde la mujer trabajaba como instructora de varias disciplinas físicas y zumba. De acuerdo a la reconstrucción efectuada por los investigadores, Eugenia -que además era madre de un joven de 18 años- había terminado de dar una clase de zumba, pero se quedó conversando con una de sus alumnas.
Cuando la chica se fue, el homicida ingresó al lugar, sorprendió a su hija y, sin mediar palabra, le disparó en el rostro con revólver calibre.22. "Lo tenía totalmente premeditado. Hay cámaras que acreditan el recorrido que hizo y cómo se quedó merodeando la zona, esperando a que la víctima estuviera sola para concretar el crimen. Luego se quitó la vida", confiaron allegados al expediente.
Si bien se especuló con los detonantes del bestial crimen -entre ellos, una relación de pareja de Eugenia con la que su padre no estaba de acuerdo-, Infobae pudo corroborar que todo se centró en una cuestión económica.
En La Carlota, según explicaron fuentes del caso a este medio, la familia Villarruel es conocida por la cantidad de propiedades que posee. Justamente, fue la sentencia de un juicio en el que el agresor perdió inmuebles, que debió ceder a su hija y su ex mujer, lo que desencadenó el asesinato y posterior suicidio.
Un dato escalofriante: en 2020, Eugenia ya había denunciado por amenazas a su padre en una Unidad Judicial. "Si seguís jorobando con las propiedades, te voy a matar", le había dicho Teodoro. Tras la denuncia, la Fiscalía y un Juzgado de Violencia de Género dispusieron una orden de restricción de alejamiento, que el hombre cumplió. "En los años que siguieron, la mujer no pidió renovarla y caducó", explicaron las fuentes.
La causa, calificada como "femicidio seguido de suicidio calificado por el vínculo" es investigada por el fiscal de cuarto turno, Daniel Miralles.
Tras el crimen, los cuerpos de Teodoro y Eugenia fueron trasladados a la morgue del Hospital San Antonio de Padua, en la ciudad de Río Cuarto, para realizar las autopsias correspondientes. También se está peritando el arma secuestrada. "Es probable que el agresor la tuviera registrada", dijeron a este medio, allegados a la causa, informó Contexto.
María Eugenia Villarruel había cumplido los 48 años el pasado 10 de febrero. Tras su brutal asesinato, un adolescente de 18 años quedó sin madre.
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