Q.E.P.D. Y JUSTICIA

Descubrió que su novia norteña tenía un amante, la descuartizó y esparció sus restos

El agresor tenía 10 años más que ella, "un objeto extraño flotaba en el agua". Cuando se acercaron a ver, era la cabeza de la mujer

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Descubrió que su novia tenía un amante, la descuartizó y esparció sus restos por el Conurbano en Buenos Aires. Jorge Burgos, más conocido como el "descuartizador de Barracas", fue detenido en Mar del Plata, lugar al que viajó para intentar cometer otro crimen.

En 1944, Alcira Methyger había decidido abandonar su provincia natal -Salta- para viajar a Buenos Aires junto a su hermana y comenzar una nueva vida tras la muerte de sus padres. De esta manera, llegaron a la ciudad y comenzaron a trabajar como empleadas domésticas.

En una de las casas en donde Alcira trabajó, ubicada en la avenida Montes de Oca al 300, en el barrio de Barracas, conoció a Jorge Burgos, un hombre una década mayor que ella que aún vivía con sus padres.

Poco a poco, se fueron haciendo amigos y comenzaron a tener una relación amorosa. Sin embargo, luego de un tiempo, él descubrió que la joven de 27 años tenía un amante y cometió un crimen atroz: la asesinó, la descuartizó y esparció sus restos por el conurbano bonaerense.

En paralelo, el 19 de febrero de 1955 -dos días después del asesinato- un sacerdote que iba caminando por un paraje llamado Loma Hermosa, a 400 metros de la estación Hurlingham, encontró un torso de mujer envuelto en papel de madera y enrollado con hilo.

Ocho días después, en el cruce de la avenida Cruz y Pedernera en el sur de la ciudad de Buenos Aires, se encontró un paquete con el mismo envoltorio anterior que tenía las extremidades inferiores.

Más tarde, ese día, el tripulante de una chata que navegaba en el Riachuelo se dio cuenta de que un objeto extraño flotaba en el agua: se trataba de un canasto de alambre y madera que tenía la cabeza de una mujer.

Alcira Metyger tenía 27 años cuando fue asesinada por Jorge Burgos. (Foto: gentileza 60 Líneas)

La investigación policial, encabezada por el comisario Urricelqui, inició con entrevistas a los allegados de la víctima. En principio, su hermana Ana, quien ignoraba el hecho, reveló que Alcira tenía tres novios, entre ellos, Burgos.

El hombre de 36 años fue el último entrevistado y se convirtió en el principal sospechoso. En cuanto las dudas apuntaron cada vez más a él, el comisario decidió ir a su departamento con el fin de volver a interrogarlo. Sin embargo, los padres de Burgos le dijeron que su hijo había viajado esa misma tarde a la ciudad de Mar del Plata.

Ante el anuncio, las autoridades marplatenses detuvieron al presunto asesino de Alcira, quien sin oponer resistencia, lo confesó todo de manera escalofriante.

"Alcira era mi novia y cuando descubrí una carta de otro hombre, me confesó entonces que me engañaba. Y me agregó un insulto muy fuerte. Al empujarla, indignado, me mordió un dedo hasta hacerlo sangrar. Para que me soltara, presioné fuertemente su cuello hasta hacerla caer, la supuse desmayada y fui a lavarme la sangre de mi dedo y vendarlo. Cuando regresé comprobé que estaba muerta", contó Jorge Burgos en su declaración.

Y, en un tono macabro, agregó: "Aterrado, opté por descuartizarla con un serrucho y un cuchillo de cocina. Decidí arrojarla en distintos lugares de la ciudad. Demoré diez horas en completar el total de la tarea".

Asimismo, se descubrió que el propósito de su viaje a Mar del Plata tenía que ver con la intención de cometer otro crimen: asesinar a una amiga de Alcira que conocía la infidelidad que había cometido la joven.

Tras el juicio, el juez condenó al llamado "descuartizador de Barracas" a 20 años de prisión por el delito de homicidio simple, ya que no contaba con antecedentes penales. Sin embargo, en 1996, el homicida quedó en libertad por buena conducta, detalla TN.

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