Jujeña fue reportada como desaparecida luego apareció muerta y descuartizada

Fue un femicidio. En un pozo ciego fueron encontradas partes de las vísceras y en la vivienda otros órganos vitales.

En un espeluznante caso que ha conmocionado a la comunidad de la Puna jujeña, se revelaron detalles desgarradores sobre el asesinato de Patricia Farfán, de 55 años. La víctima, cuyo cuerpo fue encontrado en Cholacor el pasado jueves tras estar desaparecida durante seis días, fue brutalmente asesinada por Ángel Martínez, alias "Casasola". Martínez intentó simular que Farfán había sido atacada por un animal salvaje, desmembrando su cuerpo para encubrir el crimen.

Según El Tribuno, la autopsia realizada en la morgue del Poder Judicial determinó que la causa de la muerte fue un traumatismo encéfalo craneal grave, infligido por un golpe con un objeto contundente. Además, se encontraron partes de las vísceras en un pozo ciego y otros órganos vitales en la vivienda de Martínez, confirmando la brutalidad del ataque.

Martínez fue interrogado por la Brigada de Investigaciones de La Quiaca, donde entró en contradicciones. Finalmente, el cuerpo de Farfán fue hallado a 200 metros de la vivienda del sospechoso. Al sentirse acorralado, Martínez intentó huir y fue capturado en el paraje Escobar del departamento Yavi, en dirección a la frontera con Bolivia. En su posesión se encontraron prendas íntimas, cabello, calzado y fotos de Farfán, lo que confirmaba su implicación en el crimen.

La investigación reveló que Martínez mantenía una relación amorosa oculta con Farfán desde hace varios años. Los celos que Martínez sentía hacia el padre de los hijos de Farfán fueron el probable motivo del crimen. La Unidad Fiscal de Violencia de Género de Humahuaca ha acusado a Martínez de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género", lo que podría llevar a una condena de reclusión perpetua.

Farfán, quien residía a cuatro kilómetros al este de Cholacor, fue vista por última vez el 5 de julio. Dos días después, sus familiares denunciaron su desaparición. El protocolo de búsqueda se activó el 7 de julio. Equipos de la Unidad Regional 5, diversas unidades policiales, vecinos, compañeros de trabajo, y gremialistas de ATE participaron en la búsqueda en un área castigada por temperaturas de hasta 10 grados bajo cero.

El brutal asesinato de Patricia Farfán deja una marca indeleble en la comunidad de la Puna jujeña. La violencia y crueldad del crimen, junto con los esfuerzos desesperados de Martínez para encubrir sus actos, subrayan la necesidad de una justicia rápida y eficaz. La comunidad y las autoridades continúan buscando respuestas y justicia para Patricia Farfán y su familia./El Tribuno Jujuy