Violencia al palo

El robo después del robo: tras sacarle $ 9 millones en un asalto usaron su celular para trasferir $ 125 mil a sus cuentas

Transcurridos varios días desde el asalto al empresario santiagueño y su hija, esta borrosa captura de video es casi la única pista con la que cuentan los investigadores.

QPJ Policiales

El 13 de diciembre asaltaron a un santiagueño y a su hija. La noticia fue ampliamente conocida, pero lo que recién se supo este viernes es que con el celular que le robaron, los delincuentes hicieron una transferencia y le sacaron más dinero.

Como se recordará, al menos ocho infernales disparos realizaron dos delincuentes al asaltar al empresario, Jorge Daniel Canllo, y a su hija adolescente, en un atraco armado que terminó con el despojo de $ 9 millones y 50 minutos después, otros $ 125.000 desde su celular.

La noche de furia se registró el 13 de diciembre en la residencia de Canllo, en calle Mistol del Bº Las Palmeras, en El Zanjón. Mientras Canllo y una hija de 15 años permanecían frente al garaje, irrumpieron dos "motochorros" con cascos. "Dame la plata o te mato. Meta, meta, dame la plata", le manifestó uno de los ladrones, apuntándole con un arma a la cabeza y otro reducía a la menor.

Hicieron 8 disparos. Aterrada, la jovencita habría tomado un cuchillo y enfrentó al más amenazante, que encañonaba a su padre con una pistola.

Ya reducidos, doblegados, padre e hija quedaron a merced de los delincuentes. Obligado, el empresario abrió el baúl de su automóvil y les entregó una caja de cartón que contenía $ 9 millones. Se llevaron el dinero y su celular.

Según la investigación policial, 50 minutos después fue hecha una transferencia de $ 125.000 hacia una persona del oeste, cuya identidad ya maneja la policía. La policía trabajó después en el escenario de la balacera y recogió los casquillos, junto a un cúmulo de secuestros, por pericias dispuestas por el fiscal, Ángel Belluomini.

Sin perder tiempo, el abogado Gabriel Coronel Chalfón se constituyó en querellante y requirió celeridad al fiscal, tanto abogando por el esclarecimiento del golpe, como para que Canllo y familia tengan mayor tranquilidad.

Asimismo, ofreció fotografías y pruebas sustanciosas que quizá posibiliten a la policía el pronto armado del rompecabezas.

Nadie lo sugirió aún, pero todo indicaría que los asaltantes hicieron un trabajo de inteligencia previo, es decir no fue nada al boleo.

Mientras, los policías trabajan con cámaras de seguridad, guiándose por las fotografías de dos sujetos en una motocicleta, alejándose raudamente desde la residencia del empresario, deslizaron las fuentes anoche.

Canllo aún no declaró ante el fiscal. Se prevé que lo hará la semana entrante. Su círculo íntimo intuye que ofrecerá pruebas sustanciosas, algunas basadas en las personas con las que se relaciona en su cotidianidad. Es decir, quizá provea nombres de sospechosos, se supo al cierre.

Un dato revelador. Los investigadores sospechan que fue vigilado y que los delincuentes recurrieron a una motocicleta por considerarla más dinámica y práctica para fugarse.

Con ello, sugieren que los maleantes no serían personajes de baja condición social, sino que la motocicleta fue deliberadamente escogida porque el "trabajo" lo demandaba. /El Liberal

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