En la misma cárcel: así es la convivencia entre los rugbiers y La Toretto

En la Alcaidía N°3 de Melchor Romero, los ocho rugbiers condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa y Felicitas Alvite, detenida por la muerte de un motociclista en La Plata, comparten no solo el mismo lugar de reclusión, sino también rutinas y sistemas de visitas similares.

Ambos grupos reciben visitas de familiares y seres queridos una vez a la semana. Estos les traen alimentos, bebidas y otros artículos necesarios para su estadía. Los rugbiers, incluyendo a Máximo Thomsen, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Ciro Pertossi y Luciano Pertossi, están alojados en un pabellón separado, con celdas de a dos. Su principal distracción es el patio, donde pasan cuatro horas diarias, en horarios que no coinciden con los de Alvite ni con los de la población femenina.

El Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) confirmó a TN que ni los rugbiers ni otros detenidos interactúan con el anexo femenino en ninguna circunstancia. "Las rutinas siguen siendo las mismas de siempre. No cambió nada en ellos", afirmó una fuente del SPB.

Felicitas Alvite, quien se entregó el 2 de mayo pasado y está acusada de "homicidio simple por dolo eventual" tras chocar y matar a Rubén Walter Armand, también recibe visitas semanales de su familia, especialmente de su madre. Inicialmente, estuvo sola algunos días hasta que fue ubicada en una celda compartida con una compañera ocasional.

Dentro de la Alcaidía, ni Alvite ni los rugbiers tienen acceso a estudios o trabajo. Sin embargo, los ocho condenados cuentan con el beneficio de hablar con una psicóloga. En una entrevista con Telenoche, Máximo Thomsen confirmó esta rutina: "Tenemos cuatro horas de patio que salimos y compartimos con el resto de los detenidos. Es horrible porque estás mucho tiempo encerrado, y lo único que te da cierta fuerza para sobrellevar todo lo feo es que tenemos visitas una vez a la semana, y es lo que más esperamos nosotros, poder ver a nuestra familia".

Una fuente del SPB señaló que "todo permanece tranquilo" tras las declaraciones de Thomsen, hechas más de cuatro años después del homicidio de Báez Sosa. "Cada uno está en su celda con sus compañeros. Sigue todo como siempre", añadió. "La Alcaidía tiene un sistema de seguridad fuerte. Si se detecta tensión, no van a compartir el patio".

No se han registrado incidentes entre los compañeros de alojamiento. "Todos mantienen un perfil muy bajo y se comportan con respeto hacia el personal", concluyeron desde el SPB.