A más de 60 años de su brutal asesinato, "Sanhuesito" sigue cumpliendo. "Es muy milagroso"

A 60 años de su brutal asesinato, "Sanhuesito" sigue cumpliendo. Es el santito de los que estudian.

Tenía solo 6 añitos cuando le hicieron lo peor, desde entonces no paró de cumplir los pedidos de quienes se acercan al santuario que tiene aquí en el norte

A 60 años de su muerte, Pedrito Sanhueso sigue vivo en el recuerdo de los salteños. Pedrito es popular no solo en la vecina provincia, sino que quienes se acercan desde otras, también lo aprecian y respetan porque es "muy cumplidor".

Dicen que en cada esquina de Salta hay una historia, y no todas tienen que ver con la cultural, el folclore o los distintos acontecimientos de nuestro pasado, algunas tienen que ver con la creencia popular, en este caso del santo "Pedrito Sanhueso", el "protector de los estudiantes", quien sigue vivo en el recuerdo de los salteños.

Este19 de mayo, se cumplieron 60 años de su trágica muerte, cuando este pequeño de tan solo 6 años fue asesinado por un familiar, luego de haberlo abusado sexualmente, constituyendo un crimen que horroriza hasta la fecha, dando inicio también a la creencia popular.

Pasa que Pedrito es conocido como "el protector de los estudiantes", un santo al cual muchos alumnos le elevan sus pedidos, plegarias y oraciones en las instancias previas a rendir algún examen importante o crucial dentro de sus estudios, pidiendo que este niño los ayude a poder aprobarlos.

Es por eso que su tumba, en el Cementerio de la Santa Cruz, ubicado en el acceso de la ciudad de Salta por el Portezuelo, está llena de guardapolvos, uniformes escolares, chombas y camperas de promociones del secundario, hojas llenas de apuntes, entre otras ofrendas que el estudiantado le deja, detalla Con Criterio.

El crimen de Pedrito ocurrió en 1963 cuando su primo, Pablo Copa, un mecánico de por entonces 20 años, lo violó y lo golpeó hasta creerlo muerto, llevando su cuerpo hasta un aljibe donde lo tiró. Una vez dentro, el niño volvió del desmayo al tomar contacto con el agua, a lo cual Copa lo hundió hasta ahogarlo con un palo largo. El asesino negó todo pero fue detenido con su madre, Purísima Copa. Ella había encontrado dos camisas ensangrentadas de su hijo y calló ante la Policía.

Hoy, al cumplirse un nuevo aniversario, la historia de Pedrito permanece viva, trasciende generaciones y su tumba es visitada por cientos de salteños para recordarlo, dejarle alguna ofrenda y elevar una oración, no solo por su ayuda en algún examen, sino también para que pueda descansar en paz.