Sus días en la cárcel

Nahir Galarza: cómo pasó de una propuesta de casamiento a ser víctima de acoso

Es la protagonista de uno de los casos que más conmovió al país, porque la joven asesinó a su novio y recibió cadena perpetua. Sigue dando qué hablar

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Cómo son los días de Nahir Galarza en prisión: de la propuesta de matrimonio a ser víctima de acoso. En diálogo con cronica.com.ar, su abogada Raquel Hermida Leyenda aseguró que la joven de 22 años condenada a prisión perpetua por homicidio "tiene menos derechos que cualquier imputado de femicidio". Detalles impactantes de su estadía en el penal entrerriano.

Hace 1332 días que Nahir Galarza transcurre su vida en la cárcel de mujeres de de Paraná, Entre Ríos, luego de recibir una condena a prisión perpetua por el homicidio de Fernando Pastorizzo a quien le disparó durante la madrugada del 30 de diciembre del 2017, en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.

La defensa de la joven, la abogada Raquel Hermida Leyenda asegura tajante que la joven de 22 años "tiene menos derechos que cualquier imputado de femicidio". Tal es así que la falta de aplicación de perspectiva de género en su caso es el reclamo principal planteado ante la Corte Suprema de Justicia que determinará si revoca o confirma la condena a prisión perpetua. En otras palabras, que establecerá en el fallo donde la joven pasará sus próximos años de vida.

La rutina de Nahir comienza a las ocho de la mañana igual que el resto de las presas. En los horarios de comida consume lo mismo que las demás, aunque en alguna que otra ocasión le encarga a su madre que le lleve algo puntual. Las visitas que recibe de sus familiares y algunas pocas amigas son cada quince días y se turnan para ir a verla.

Todos los días se asemejan unos con otros, salvo por la recepción de un llamado de su abogada, con quien se contacta de manera regular desde el teléfono fijo de la cárcel. Es que a diferencia de las demás reclusas, Nahir no tiene celular, debido a que se lo sacaron desde el servicio penitenciario tras acusarla de tomar fotos. De tal manera, tiene establecido un horario con tiempo limitado de comunicación.

No tiene salidas al patio por eso, la lectura y la escritura son dos actividades canalizantes para Nahir. Aunque en la celda que comparte junto a otras tres internas, también tiene una bicicleta fija que de tanto en tanto usa para hacer actividad física. También hace manualidades, o las actividades que proponen desde la cárcel que hacen todas las demás internas.

No obstante, pese a la débil conectividad que hay en la cárcel, que muchas veces la obliga a interrumpir sus lecciones, la joven ya se hizo la idea que el penal será su hogar de aquí a un largo tiempo, por eso no abandona sus estudios de inglés y Psicología, más allá que sus padres toda la vida quisieron que estudiara Derecho.

En soledad, así son sus desplazamientos en los pasillos del complejo penitenciario, junto a otras ochenta y pico de presas. Según describe Raquel "está sola la mayoría del tiempo", esto también se debe a un factor generacional ya que la mayoría de las detenidas tienen de 28 años en adelante y están tras las rejas por delitos relacionados con la ley de drogas. De acuerdo a lo que refiere su abogada, Nahir es tomada como blanco "de acoso total" por las demás detenidas quienes "la buscan, la patotean, y la provocan permanentemente".

Incluso muchas reclusas cobran las notas y las venden a los medios de comunicación, y "Nahir sufre por eso", afirma Hermida Leyenda. "Le molesta el exceso cuando le hablan de ella. Nunca quiso ser noticia", sostiene su abogada.

Se podría decir que lo más parecido a un vínculo sincero de amistad que Nahir logró construir tras las rejas, fue con una detenida compañera de cuarto, sin embargo, la complicidad que mantenían duró poco ya que la joven recibió prisión domiciliaria.

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