Iba a festejar su cumpleaños pero terminaron haciendo una misa: la mataron

Una tragedia devastadora en los casos policiales ha conmovido al país, su agresor mintió que era su novio, por eso nadie se metió a intentar defenderla, salvarla, a pesar de que Lucila Yacoins había gritado pidiendo ayuda.

Tenía 16 años y su anhelado festejo de cumpleaños se convirtió en una misa fúnebre. Su vida fue arrebatada de manera despiadada, dejando un dolor inconmensurable en su familia y una impunidad que aún persiste.

El cruel asesinato de Lucila ocurrió en 2003, mientras regresaba de visitar a su abuela en el barrio de Núñez, Buenos Aires. A pesar de los esfuerzos y la perseverancia de su madre, Isabel, durante casi dos décadas, la justicia no ha logrado identificar ni condenar al responsable. La causa, plagada de incertidumbre, ahora se encuentra al borde de la prescripción, sumiendo a la familia en una profunda desesperación.

Lucila, a tan solo días de cumplir 17 años, compartió con su madre sus inquietudes sobre los planes para su celebración. Sin embargo, nunca llegó a decidirlo, ya que su vida fue truncada de forma brutal por un individuo desconocido en las vías del tren de Núñez.

El crimen, perpetrado con una violencia inimaginable, conmocionó a la comunidad. A pesar de contar con numerosas muestras de ADN y testimonios, ninguna pista condujo a la identificación del culpable. El asesino de Lucila sigue en libertad, caminando entre la impunidad y el dolor de una familia destrozada.

En el momento crucial del ataque, un testigo presenció el movimiento sospechoso cerca de las vías, pero el miedo lo paralizó, dejándolo impotente ante la tragedia que se desarrollaba. Otro, un trabajador del taller de ascensores, escuchó los gritos desesperados de Lucila, pero la falsa afirmación del asesino, quien afirmó estar con su novia, lo disuadió de intervenir.

El caso de Lucila Yaconis ha sido descrito como "el crimen perfecto", una historia desgarradora que refleja la impunidad y la crueldad que aún prevalecen en algunos rincones de la sociedad. Mientras tanto, su familia sigue luchando por justicia, anhelando respuestas que parecen esquivarlos en medio de la oscuridad de la impunidad.