Conmueve el caso del padre que murió abrazado a su hijito. Q.E.P.D
Se trata de la muerte que moviliza al país. Hay un pedido de Justicia que nunca falta, pero a la vez nunca parece ser suficiente
Temporal en Bahía Blanca, Buenos Aires: el papá que murió abrazado junto a su hijo de 5 años. La muerte que conmueve al país y el pedido de Justicia que nunca falta, pero a la vez nunca parece ser suficiente.
Rubén Ariel Baldi (45) y su hijo Benicio (5) murieron en el derrumbe en el club Bahiense del Norte. Celeste Castillón (36), esposa y mamá de las víctimas, resultó herida.
"Éramos una familia normal, laburadora, estábamos proyectando en Lola (9), que quería patinar. Era su sueño", afirmó Celeste Castillón, de 36 años. Ella es la mamá de Benicio Baldi (5) y la esposa de Rubén Ariel Baldi (45), dos de las 13 víctimas fatales del temporal que azotó a Bahía Blanca en el club Bahiense del Norte.
Celeste llegó a la casa fúnebre Bonacorsi, ubicada en Bartolomé Mitre 470, este martes a la mañana. Lo hizo a pesar de que aún no le dieron el alta y está en silla de ruedas producto de las heridas que le dejó la tragedia. Tiene cuello ortopédico y cortes en la cara y otras partes del cuerpo.
"La presentación estaba pautada a las ocho y media de la noche. Eran las siete cuando pasó lo que pasó. A mi nena no le pasó nada porque estaba en otra parte, la estaban maquillando, así que no le pasó nada grave", contó Celeste.
Ella estaba en la tribuna junto a Benicio y Ariel cuando la pared encima de ellos se desprendió. A ella la sacó un profesor del club. A su marido y a su hijo no los pudieron salvar.
La plaza Almirante Brown quedó completamente destrozada, con los árboles arrasados por la tormenta. "Cuando los bomberos encontraron a Ariel, estaba con su cuerpo cubriendo a Benicio. Lo trató de proteger como pudo", dijo conmocionada Celeste.
Baldi tenía tres hijos de un matrimonio anterior y era dueño de un lavadero de autos. Además vendía cigarrillos. Celeste, más allá de las heridas, tiene claro que necesita seguir de pie por su hija.
Celeste Castillón asistió en silla de ruedas al velorio de su esposo y su hijo de 5 años. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial a Bahía Blanca.
"Vine acá pese a no tener el alta porque cuando me enteré que fallecieron mi hijo y mi marido, tenía que venir a darles un sepelio. La vida continúa por Lola, por ella. No sé cuánto tiempo de recuperación me darán. Voy a ir al Hospital de la Maternidad porque tengo obra social, voy a estar ahí", comentó.
Celeste agregó que lo ocurrido en Bahiense del Norte, club del que la familia Baldi es socia, fue "una tragedia y nadie tiene la culpa".
"La gente del club se puso a disposición conmigo enseguida. Por mi parte, no voy a gastar ni tiempo, ni fuerzas, yo tengo que seguir viviendo por mi hija", remarcó.
En esa misma sala velatoria esta mañana fueron velados los restos del matrimonio compuesto por Luis Alberto Pérez (67) y Juana Graciela Danszyt (67). Además de Adriana Contento (63) y Diego Armando Carrasco (42).
En total, fueron 10 traslados los que hizo el servicio Bonacorsi, todos de manera gratuita. Una de las fallecidas, Juliana Barquero (51), será llevada a Chacabuco, de donde era oriunda. El gimnasio del club Bahiense del Norte, donde se derrumbó una pared y aplastó a varias personas. Foto Fernando de la Orden.
Los restos de Norma Gladys Nieto (61) y Braian Fernando Ortega (26) fueron velados en la sala E de la empresa Ferrandi, en la calle Estomba 255.
Las lágrimas, los abrazos y la tristeza no tenían fin para las familias que esperaban frente a la casa velatoria Bonacorsi en Mitre 470.
Este martes despidieron a los fallecidos en la tragedia del temporal de Bahía Blanca, en donde el sábado a la noche un paredón del club Bahiense del Norte se desprendió y mató a 13 personas que habían llegado para disfrutar de una presentación de patinaje.
Las otras víctimas fueron el matrimonio compuesto por Federico Luis Dúo (44) y María Laura Rodríguez (42), más Diego Alfredo Cassati (45) y Rosa Miguelina Figueroa (66).
Las personas que llegaban a la casa fúnebre lo hacían en silencio, con la mirada baja o con anteojos oscuros. Allí, según informaron fuentes del Ministerio Público Fiscal de Bahía Blanca a Clarín, se realizaban los servicios de sepelio de manera rotativa, debido a que la infraestructura no es suficiente para afrontar la demanda.
La tragedia todavía genera incógnitas. Por ello, la UFIJ N° 1 especializada en delitos culposos continúa trabajando en determinar qué fue lo que ocurrió. El fiscal a cargo del caso, Cristian Aguilar, realizó esta mañana la tercera visita al club dirigido por Leandro Ginóbili, hermano de "Manu", mientras esperan los resultados de las pericias.
"Quedó pendiente la utilización de un dron. Lo vamos a usar para tomar una vista aérea de cómo está el techo, las condiciones de la estructura y las medidas de seguridad del techo. Es una pared lateral de un estadio que está derrumbada a partir de la zona de columnas hacia arriba. Toda esa pared se derrumbó hasta la zona de columnas. Aproximadamente 20 metros. Esa pared estaba arriba de la tribuna y por eso se provocó el desastre", explicó.
"Lo que vamos a tratar de descubrir es si esta tragedia pudo haberse evitado. Estamos pidiendo documentación. Se van a pedir todas las medidas de prueba. Lo más importante es lo que estamos haciendo ahora. Recibimos una comunicación de parte de la comisaría segunda, y a partir de ahí actuamos de oficio", apuntó según detalla Contexto.
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