"Es poderoso", temor por el padre Grassi que podría quedar libre
Una línea asegura que el sacerdote condenado por abuso sexual de menores, nunca dejó de operar desde el penal y que tiene mucho poder
Al margen de la posibilidad de la liberación del padre Grassi y todo lo que representa en materia política, judicial y demás, hay temor en la sociedad, es un criminal que abusó de menores engañándolos aprovechándose de la vulnerabilidad de los chicos, en una relación de poder y actuando sotana de por medio.
Tanto las familias de las víctimas como la sociedad en general, temen que el hombre vuelva a moverse entre los ciudadanos "como si nada".
Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso sexual infantil, podría ver adelantada su liberación. Este jueves, 22 de agosto, se llevará a cabo una audiencia clave en la que el propio Grassi se representará a sí mismo.
El sacerdote fue sentenciado en 2009 por el Tribunal en lo Criminal N°1 de Morón, y según la condena, debería permanecer en prisión hasta mayo de 2028. Sin embargo, Grassi ha solicitado una revisión para obtener una "liberación anticipada", cuyo resultado se conocerá en la audiencia de este jueves a las 11:00.
El abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego, expresó su preocupación por la posible liberación de Grassi, aunque confía en que tiene suficientes argumentos para impedir que se le conceda dicho beneficio. Gallego señaló que el Código Penal no permite que delincuentes sexuales soliciten este tipo de beneficios y subrayó que Grassi se opuso a una pericia psicológica solicitada por el tribunal. Además, mencionó que hubo un intenso debate respecto al informe carcelario que podría influir en la decisión.
Pese a estas preocupaciones, Gallego también manifestó su optimismo, resaltando la importancia de que la audiencia se realice de manera transparente. "Es crucial que esto se haga a la luz del día, que no quede como algo clandestino", afirmó.
En prisión, Grassi se recibió de abogado, lo que le permite defenderse personalmente en esta audiencia, un hecho inusual en su caso. La condena que enfrenta fue confirmada en 2017 por la Corte Suprema, y desde entonces ha permanecido en el pabellón N° 6 de la Unidad Penitenciaria N° 41, reservado para presos con buena conducta.
Los hechos por los que fue condenado ocurrieron en 1996, cuando Grassi, aprovechando su rol de sacerdote y su cargo en la Fundación Felices los Niños, abusó de dos menores bajo su cuidado.
Gallego agregó: "Voy a exponer y alegar los motivos por los cuales Grassi no puede salir. En primer lugar porque el propio Código Penal establece que no es un beneficio que puedan pedir los delincuentes sexuales, por otro lado, el acusado hizo ese pedido por escrito y el tribunal de alguna manera abrió el incidente a prueba, se le pidió una pericia psicológica a la cual él se opuso y por último, hubo mucho cabildeo con el informe carcelario", detalló Gallego sobre los motivos por los cuales no deberían otorgarle la libertad.
Sin embargo, sostuvo que Grassi es un "poderoso" que siempre "aprovecha" algún momento de "distracción" para que le otorguen beneficios.
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