"Sanhuesito": Lo asesinaron salvajemente y desde entonces cumple milagros
El niño de apenas seis años, fue víctima de un "monstruo humano". Cómo descubrieron que era tan milagroso
Lo asesinaron salvajemente y se convirtió en un "santo" que concede milagros. Conocé la historia de este norteñito que ayuda desde "el más allá".
La conmovedora historia de Pedrito Sanhueso, el norteñito que ayuda después de muerto. Asesinado a los 6 años de manera brutal, convertido en mártir y elegido santo por la comunidad en el norte de Argentina.
Quién es SANHUESITO, el norteñito mártir y protector de los estudiantes. En un mes tan especial para toda la comunidad estudiantil, conocé la historia escalofriante pero real del niño que "ayuda" a quienes se lo piden.
Esta es la historia de Pedrito Sanhueso, mártir y protector de los estudiantes. El Niño Protector de los estudiantes murió el 19 de mayo de 1963, víctima de violación y golpes. Su morada y santuario están en el Cementerio de la Santa Cruz, en la vecina provincia de Salta.
Pedrito nació el 26 de junio de 1956 en plena Puna cerca de Santa Rosa de Tastil, junto a su mellizo Pablo, quien falleció a poco de ver este mundo. Su familia reside en Campo Quijano.
No es fácil recordar hechos de esta índole. Pero es necesario para conocer la historia de este niño, asesinado a los 6 años de manera brutal.
Para contar esta historia, Salta21 recorrió la investigación de Jesús Rodríguez, corresponsal de Clarín en Salta. Las notas fueron publicadas durante el 2007 a los 44 años del crimen de Pedrito Sanhueso y en el aniversario de su cumpleaños.
Y el rostro del "niño ángel" que muchos no conocen, se revela ante nuestros ojos, aunque nos cueste mirarlo sin llenársenos de agua.
"El padre de los mellizos fue el jefe del Destacamento Policial de la Estación Gobernador Solá, del Ramal C-14, el comisario Julián Barboza. Este hombre, cuando Pedrito tenía 4 años, se lo pidió a Ángela para que su cuñada Purísima Copa lo críe en Salta capital".
"La horrenda muerte de Pedrito Sanhueso a los 6 años, el domingo 19 de mayo de 1963, hace 44 años, astilló los corazones de miles de salteños que hoy lo consideran "un niño milagroso, protector de los estudiantes".
Fue su primo Pablo Copa, un mecánico de 20 años, quien lo vejó y lo golpeó hasta creerlo muerto. Llevó el cuerpo hasta un aljibe en la cortada de ladrillos "Robledo" y lo tiró. Con el agua, Pedrito volvió del desmayo. Copa buscó un palo largo y lo hundió hasta ahogarlo. El asesino negó todo pero fue detenido con su madre Purísima Copa. Ella había encontrado dos camisas ensangrentadas de su hijo y calló ante la Policía".
"Ángela Sanhueso, tuvo a los mellizos a sus 33 años. Era pastora en La Capilla, a 3.000 metros, en Santa Rosa de Tastil. Vivía en un rancho de piedra con Demetrio (13) y Norberto (10), hermanastros de Pedrito. El comisario Julián Barboza, jefe del Destacamento Estación Gobernador Solá, tuvo cuatro hijos con ella a quienes nunca asistió".
La vivienda donde fue asesinado el niño Pedrito Sanhueso corresponde hoy al barrio El Milagro, en el sur de la capital salteña. Por el brutal asesinato y encuvrimiento, tanto el mecánico de 20 años, Pablo Copa, presunto autor del crimen como Purísima Copa, están detenidos.
Ángela, su madre, lloró por él hasta el fin de sus días, cuando tenía 80 años, se arrepintió de habérselo dado a su padre, el niño jamás debió haberse ido de su lado. Pedrito no quería desprenderse de ella. Lo dio "en adopción" porque no tenía qué darle de comer.
En el Cementerio de la Santa Cruz, año a año, miles de personas recorren el santuario de Pedrito Sanhueso. Allí, no hay una foto del niño. No se trata de un santo, sino de un alma bendita. Es entre los que moran en el cementerio, de los más populares.
"No es un santo sino una devoción por las benditas almas del Purgatorio, como el Gauchito Gil o la Difunta Correa", dijo a Clarín un alto religioso de Salta en 2003. "Es el más visitado", confesó Osvaldo Gugliotela, administrador del cementerio. "En época de exámenes estudian cerca de su tumba". En el santuario no hay una foto suya pero sí lo que un niño desea: un peluche y exámenes de chicos agradecidos porque le piden aprobar y Sanhuesito cumple.
"No conoció padres, a los 6 años subió a los cielos mártir y víctima de un monstruo humano ...", dice una placa en su tumba.
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