Quemó viva a su madre para sacarle dinero por drogas. La roció con alcohol y la prendió fuego
Su hijo y asesino, tiene 30 años, podría recibir la pena máxima de cárcel. Ella agonizó antes de morir, debido a las quemaduras en su cuerpo
Femicidio: quemó viva a su madre para sacarle dinero por drogas
Un joven de 30 años de San Juan es sometido a juicio por la muerte de su madre, a quien incendió tras rociarla con alcohol.
Desde el Servicio Penitenciario y vía Skype, presenció la primera audiencia que se celebró en su contra, en el cual el Ministerio Público Fiscal lo hizo parte de la acusación que pesa sobre sus hombros.
Un delito grave que podría dejarlo encerrado muchos años, sin beneficios por lo menos hasta que cumpla la mitad de la condena. Juan Eduardo Echegaray (30) lo acusan del homicidio agravado en contexto de violencia de género contra su madre adoptiva Liliana Mabel Loyola (64), quien falleció luego de agonizar por dos meses tras el violento ataque de su hijo, en una cama del hospital Marcial Quiroga en San Juan.
El violento episodio se produjo en noviembre de 2018 en una vivienda del barrio Aramburu, y tuvo su desenlace fatal el 9 de enero del año siguiente. Fue una tarde cuando Echegaray, sacado por su estado de adicción y desenfreno producto del consumo de estupefacientes, agarró una botella de alcohol, roció e hizo arder en llamas a su madre adoptiva Liliana, publica El Destape.
En su desesperación por el posible "arrepentimiento" que le causó hacer lo que hizo, trasladó su cuerpo en partes calcinado y lo introdujo en una bañadera. Luego, llamó a su padre para decirle que su madre estaba quemada y luego al 911, asegurando que había sido un "accidente", para que Emergencias llegara de inmediato. En ese momento, con las pocas fuerzas que tenía la mujer intentó encubrir a su hijo y manifestó a las autoridades policiales que se le había prendido fuego el colchón por una vela.
Tardó varios días en decir la verdad, pero antes de morir con el 40% de su cuerpo incinerado, lo hizo cuando nuevamente fue consultada por los investigadores que no creyeron su versión. Su propio hijo, a quien adoptó cuando era pequeño, intentó lo peor. Ahí fue cuando la mujer se quebró y reveló el horror que había vivido cuando su propio hijo intentó quemarla viva. Según confiaron fuentes judiciales, en base a la investigación posterior al hecho, no era la primera vez que Echegaray tenía episodios psicóticos contra su madre.
La versión del joven, respaldada por la defensa, se basó en una negativa. Él aseguró haber estado en otro lugar al momento del hecho y que cuando llegó a su casa advirtió el humo y las llamas que, supuestamente, venían de la habitación de su madre. Allí fue cuando la descubrió, según reveló en la ampliación de indagatoria, luego de la muerte de su madre. Pero las pruebas en su contra serían contundentes y la fiscal Marcela Torres se ocuparía de revelarlas a lo largo del juicio.
El maltrato psicológico, verbal y físico del joven hacia la mujer era extremo. Según revelaron testigos a medida que se fue desarrollando la investigación, Echegarray le gritaba a tal punto que sus propios vecinos escuchaban sus amenazas y sus insultos. Ella era una mujer sometida que obedecía, quizás por miedo, los desplantes y mandatos del joven y muchos lo sabían, incluso la familia de Liliana.
Echegaray desapareció, luego de que la Policía se enterara de la verdad por boca de la propia Liliana y hasta se emitió una captura internacional en su contra. Sin embargo, horas más tarde de la muerte de su madre, el principal y único sospechoso de la muerte de la mujer, empleada del Poder Judicial, se entregó ante la Justicia sólo para "demostrar" su inocencia. Aunque todavía no puede probarla y este será el momento.
Comentarios