Se fue de viaje de egresados y nunca volvió: su asesino confesó todo 18 años después

Al finalizar la escuela secundaria, Natalee Holloway, una joven estadounidense de 18 años, tenía la ilusión de compartir un viaje de egresados con sus compañeros. En mayo de 2005, el grupo partió desde Alabama hacia Aruba, en el Caribe, un destino elegido por muchos adolescentes de su edad.

Sin embargo, lo que prometía ser una experiencia inolvidable terminó en tragedia. Una noche, Natalee desapareció sin dejar rastro tras salir de un boliche. Testigos afirmaron que la última vez que se la vio estaba acompañada por un joven holandés llamado Joran van der Sloot, quien se convirtió en el principal sospechoso del caso.

La búsqueda involucró a agentes del FBI, la Fuerza Armada, buzos especializados y unidades aéreas, pero la joven nunca fue hallada.

A pesar de los esfuerzos, los investigadores no lograron reunir pruebas suficientes para vincular a Van der Sloot con la desaparición de Natalee, por lo que en diciembre de ese año la causa se cerró sin culpables. Sin embargo, 18 años después, una escalofriante confesión cambiaría todo.

Natalee Ann Holloway nació el 21 de octubre de 1986 en Clinton, Misisipi. A los 14 años, su madre se casó nuevamente y la familia se mudó a Mountain Brook, Alabama. En esa ciudad, Natalee se destacó como estudiante: formó parte de la Sociedad Nacional de Honor, integró el equipo de baile de la escuela y había obtenido una beca completa en la Universidad de Alabama para estudiar medicina.

El 26 de mayo de 2005, Natalee llegó a Aruba junto a 124 compañeros de la Mountain Brook High School, acompañados por siete adultos responsables. Según los docentes, se realizaban controles diarios para garantizar la seguridad del grupo.

Sin embargo, el comisario Gerold Dompig, quien lideró la investigación entre 2005 y 2006, aseguró que los adolescentes participaron en "fiestas desenfrenadas con alto consumo de alcohol". Incluso señaló que Natalee había bebido desde la mañana y que se ausentó del desayuno en dos ocasiones.

La última vez que la vieron con vida, la joven estaba con Joran van der Sloot a la salida del boliche Carlos'n Charlie's, en la madrugada del 30 de mayo. También estaban con ellos dos jóvenes más, Satish y Deepak Kalpoe.

Natalee, quien debía regresar a casa ese mismo día, nunca abordó su vuelo. Sus pertenencias y pasaporte quedaron intactos en su habitación de hotel, y desde entonces no se supo más de ella.

Las autoridades comenzaron la búsqueda inmediatamente después de la denuncia. En un principio, detuvieron a diez personas, pero fueron liberadas por falta de pruebas. A pesar de ello, Van der Sloot seguía siendo el principal sospechoso. Al principio negó conocer a Natalee, pero luego dijo que la había acompañado hasta su hotel. Sin embargo, no había cámaras de seguridad que confirmaran su versión.

Vecinos y voluntarios se sumaron al operativo de búsqueda. Incluso, los bancos locales recaudaron 20 mil dólares para ayudar a la familia de Natalee con los costos de su estadía en la isla. La cobertura mediática fue intensa, pero la investigación no tuvo éxito y, en enero de 2012, la joven fue declarada muerta oficialmente.

Mientras la familia de Natalee continuaba en busca de respuestas, Joran van der Sloot siguió con su vida, aunque nunca dejó de estar bajo sospecha.

Entre marzo y mayo de 2010, intentó extorsionar a la madre de la joven, Beth Holloway, ofreciéndole información sobre el paradero de su hija a cambio de 25 mil dólares por adelantado y 225 mil más después. Beth le entregó parte del dinero, pero pronto descubrió que se trataba de una estafa y lo denunció por extorsión.

El 30 de mayo de ese mismo año, en el aniversario de la desaparición de Natalee, Van der Sloot asesinó brutalmente a Stephany Flores, una joven de 21 años, en su habitación de hotel en Lima, Perú.

Según la investigación, Stephany revisó la computadora de Van der Sloot y descubrió información comprometedora sobre el caso Holloway. Al darse cuenta, él la atacó y la mató para evitar que lo delatara.

El 13 de enero de 2012, Joran Van der Sloot fue condenado a 28 años de prisión por el asesinato de Stephany Flores. Once años después, la justicia de Perú lo extraditó a Estados Unidos para juzgarlo por la extorsión a Beth Holloway. Allí, recibió una nueva condena de 20 años de prisión.

Sin embargo, lo que generó más impacto fue que, a 18 años del crimen, Van der Sloot confesó ante una jueza de Alabama haber matado a Natalee Holloway.

En su declaración, relató que conoció a la joven en un bar y luego la llevó a la playa. Al ser rechazado por ella, la golpeó brutalmente hasta dejarla inconsciente o, posiblemente, sin vida. Para deshacerse de la evidencia, arrastró su cuerpo al mar y lo dejó desaparecer entre las olas.