Que se haga justicia

Tuvo a su familia encerrada durante 10 años: todos horrorizados

Una madre y sus dos hijos fueron liberados tras estar sometidos a un encierro total por parte de un empleado público que los mantuvo aislados del mundo por una década.

QPJ Policiales

Una familia fue rescatada en la ciudad de Fernández, Santiago del Estero, tras haber estado aislada durante una década por un empleado público que ejercía un control psicológico absoluto sobre su esposa e hijos. El operativo fue realizado por la policía, quienes encontraron a las víctimas desnutridas y con claros signos de maltrato emocional. El hombre, que retenía sus documentos y controlaba hasta la comida que recibían, fue detenido, mientras los afectados son asistidos por psicólogos.

La pesadilla de una familia en Santiago del Estero llegó a su fin tras un operativo de la policía en el que se rescató a una madre y sus dos hijos, quienes estuvieron sometidos durante 10 años a la voluntad de un hombre que los mantuvo encerrados y completamente aislados de la sociedad. El dramático hecho ocurrió en la ciudad de Fernández, departamento Robles, en un primer piso de una vivienda ubicada en pleno centro.

El operativo se realizó bajo la orden de la jueza Roxana Menini, tras la denuncia de un familiar que notó la extraña situación. Al ingresar al domicilio, los agentes encontraron a las víctimas, quienes presentaban un preocupante estado de desnutrición y se escondían, temerosos, ante la presencia policial. Durante una década, las tres personas vivieron bajo las reglas de este hombre, quien les prohibía salir de la casa, trabajar, estudiar, o tener cualquier tipo de vida social.

Vecinos del lugar manifestaron su sorpresa ante la noticia, ya que nadie había notado nada extraño. "Nunca vimos a nadie más que al hombre", comentó un trabajador que pasaba a diario por el lugar.

Las víctimas, una mujer y sus dos hijos mayores de 30 años, no tenían documentos, celulares ni redes sociales, y dependían totalmente del detenido, quien controlaba incluso aspectos mínimos como la compra de productos de higiene personal. Según trascendió, el hombre utilizaba constantes descalificaciones para mantenerlos bajo su control, repitiendo frases como "ustedes son feos, nadie los necesita". Este maltrato psicológico generó un profundo aislamiento en la familia, quienes ahora reciben atención profesional para superar los traumas de una década de encierro.

El caso sigue bajo investigación, y el hombre será sometido a peritajes psicológicos para determinar las razones detrás de su comportamiento. Mientras tanto, la justicia y el equipo de psicólogos trabajan en ayudar a las víctimas a retomar una vida normal fuera de la "cárcel" en la que vivieron tanto tiempo.

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