Javier Milei evalúa viajar a China tras la aprobación del swap por US$5000 millones
El mandatario tiene en agenda el viaje, aunque aún no hay confirmación de fecha; los vínculos previos de los funcionarios libertarios con el gigante asiático
Tras la renovación del swap con China por 5000 millones de dólares que se conoció ayer, el presidente Javier Milei evalúa viajar a ese país en una gira cuya fecha aún falta definir, según dijeron a LA NACION fuentes cercanas al mandatario. De concretarse marcará un giro en su agenda geopolítica: el Presidente no solo mantiene una relación estrecha con los Estados Unidos, Israel y distintos líderes de la ultraderecha, sino que pronunció durísimas críticas hacia el gigante asiático y el Partido Comunista.
El viaje de Milei, en el que concretaría una reunión bilateral con el líder chino Xi Jinping, se conoce apenas horas después de que se renovó el tramo de 5000 millones de dólares con libre disponibilidad, que fortalece las reservas del Banco Central, además de facilitar el comercio exterior de la Argentina.
Este miércoles, mientras se conocía la renovación de swap y el Congreso de la Nación avanzaba con el tratamiento de la Ley Bases, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se encontró personalmente con el embajador chino en Argentina, Wang Wei. De acuerdo a la información oficial que trascendió poco después del encuentro "ambas partes realizaron un profundo intercambio de puntos de vista sobre la consolidación de la Asociación Estratégica Integral entre China y Argentina", en otro gesto del acercamiento entre ambos países y en línea con el viaje presidencial que ahora se conoce.
La sucesión de gestos muestran un nuevo movimiento pragmático del mandatario, que en campaña había apuntado con dureza a China al sostener: "Nosotros no hacemos pacto con comunistas. Yo no promovería la relación con comunistas. Ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China". En esa línea de cambios también se inscribe el que tuvo en su relación con el papa Francisco, a quien antes de ser presidente tildó de "imbécil" y "representante del maligno", para meses después trabar una relación cordial. En febrero pasado, Milei viajó a Santa Marta, para participar en la canonización de Mama Antula, la primera santa argentina. El puntapié de ese cambio fue el llamado que el Sumo Pontífice le hizo a Milei para felicitarlo por su triunfo sobre Sergio Massa, en noviembre pasado.
China es uno de los principales socios económicos de Argentina, pero ese vínculo se llenó de desconfianzas tras la llegada del libertario a la Presidencia: desde entonces, el gigante asiático reclama por la paralización de las represas hidroeléctricas de Santa Cruz Jorge Cepernic y Néstor Kirchner, financiadas por China; se vio postergado frente a Estados Unidos en la compra de aviones militares, y observó cómo funcionarios y dirigentes oficialistas tuvieron gestos hacia Taiwán. El vínculo tuvo otro momento de crisis cuando la Casa Rosada se plegó a las dudas que la Embajada de los Estados Unidos planteó sobre la estación aeroespacial china en Neuquén.
En abril pasado, la canciller Diana Mondino viajó a China en una gira de tres días en la que apuntó a la promoción de las exportaciones argentinas en foros de economía y comercio, y mantuvo reuniones con empresarios y CEOs. Además, fue recibida por el vicepresidente Chino, Han Zheng; el viceministro de Comercio y representante para el Comercio Internacional de China, Wang Shouwen, y el presidente del Banco Popular de China, Pan Gongsheng. También tuvo un encuentro con el canciller Wang Yi y con el vicepresidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), Zhao Chenxin. En ese viaje participaron el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Comentarios