La peor conmemoración por el Éxodo Jujeño fue en Palpalá: no le pusieron ni ganas

El 212º aniversario del Éxodo Jujeño, una de las conmemoraciones más importantes en la historia regional, se vio envuelto en una controversia por la falta de organización y participación en la ciudad de Palpalá. 

Lo que debería haber sido una jornada de orgullo y recuerdo para la comunidad se convirtió en un acto deslucido y carente de los elementos tradicionales de la celebración.

El acto conmemorativo estaba programado para las 10 de la mañana, pero, en lugar de iniciar puntualmente, comenzó con un considerable retraso. A esa hora, el escenario estaba apenas adornado con algunas banderas de las escuelas locales. La ausencia de los funcionarios y representantes locales en el horario previsto fue notoria, lo que contribuyó a la falta de formalidad y solemnidad esperada en una fecha de tal trascendencia.

El evento no incluyó el tradicional desfile cívico, militar y gaucho, ni una marcha evocativa que solía ser un componente central de las celebraciones. La decisión de omitir estos elementos esenciales fue ampliamente criticada por la comunidad, que considera que la conmemoración no estuvo a la altura de su significado histórico.

La ausencia del intendente de Palpalá,  Rivarola, fue especialmente destacada. Su falta de participación en el acto generó nuevamente descontento entre los asistentes y en la comunidad en general, que esperaba un liderazgo más visible y comprometido con la celebración. 

En resumen, el acto en Palpalá se vio opacado por la falta de organización, la ausencia de desfiles y marchas, y la notoria falta de participación de funcionarios clave.