Fundaron una Reserva Natural en Jujuy y están paralizados por la falta de Justicia

Si algo se repite en Jujuy es la falta de Justicia, pues la ausencia de la misma parece tenernos acostumbrados. Martín y Elizabeth tomaron la importante decisión de mudarse a nuestra provincia y sin dudarlo avanzaron en la creación de una Reserva Natural en Tilquiza, en plena zona de las Yungas.

El proyecto de ambos no tenía límites, como tampoco sus aportes a la preservación, pues el objetivo principal era el de lograr un establecimiento de turismo rural y de conservación. Sueño que duró hasta 2010 cuando la ex jueza Noemí Alcoba dictó la medida de no innovar, a partir de la aparición de una supuesta comunidad, bautizada con el nombre de la localidad, Tilquiza.

En dialogo con Que Pasa Jujuy, Martín Baldoni contó que llegó a nuestra provincia en 2005 y una vez construida la vivienda mudó su familia para residir en el lugar. Cuando compró las tierras, asegura que no habitaba en el lugar comunidad alguna, ésta apareció en el 2009 reclamando la propiedad ancestral sobre la tierra.

Lo cierto, es que la falta de Justicia no detuvo a Baldoni que continuó investigando por sus propios medios a la supuesta comunidad y hoy sostiene: "El 100% vive en San Salvador de Jujuy, hay documentos que incluso registran casas como bienes de familia, donde residen".

"Esta gente no vive en nuestra finca. El supuesto pueblo ancestral es trucho, explícame como tienen registrados más de 150 niños y ninguno está matriculado en la escuela del pueblo.", agregó ofuscado.

Pero entonces, cabe preguntarnos donde radica el problema. Y como lo dijimos al principio de esta nota, es la falta de justicia.

La familia Baldoni no es la única afectada. Vecinos que se dedican a la ganadería han sufrido pérdidas más grandes en esta disputa a la espera de que la Justicia decida volver a leer el expediente y avanzar.

Mientras el expediente judicial reposa en algún cajón con bastante polvo, la situación que describen los residentes es lamentable: "Nos envenenan los perros, nos rompen las señalizaciones, cortan alambrados. Es un desgaste infinito".

El proyecto de turismo y conservación del bosque sigue estancado, pero aun Martín y Elizabeth no han perdido las esperanzas: "Lo único que pedimos es que la Justicia resuelva. Solo basta con que vean las pruebas, pero todo indica que hay algo más arriba que lo impide".