Así de fácil sería cruzar las frontera para salir del país a Bolivia, Paraguay o Brasil
El reciente caso de Loan ha resaltado los desafíos de seguridad que enfrenta la frontera norte del país.
Desde Bernardo de Irigoyen hasta Salvador Mazza, las fronteras argentinas revelan una realidad compleja y dinámica, donde el cruce entre países puede ser tan simple como atravesar un riachuelo sobre un tronco o abrir estratégicamente una puerta en un punto clave.
En Bernardo de Irigoyen, provincia de Misiones, es posible caminar sobre un pequeño tronco sobre un riacho y pasar a Brasil en cuestión de segundos. Más al norte, en Salvador Mazza, Salta, a tan solo 50 metros de un puesto fronterizo, una puerta ubicada en una calle argentina conduce a una casa cuyo patio trasero se encuentra en territorio boliviano.
En Aguas Blancas, se ha observado cómo el río Bermejo, con su poderosa corriente, facilita el traslado de mercancías a través de una cámara de auto, llevando paquetes al sur de Bolivia sin mayores complicaciones.
Desde Chaco y Formosa hasta Paraguay, cualquier embarcación rudimentaria que flote unos minutos puede servir para cruzar la frontera sin mayores controles. Alternativamente, en la ciudad misionera de Puerto Rico, es posible pasar con un auto sobre una balsa por unos pocos pesos, evitando así los registros oficiales de ambos países.
El contrabando también encuentra su lugar en estas fronteras porosas. En El Soberbio, se han registrado casos donde 50 toneladas de soja en bolsas son movidas por puertos ilegales, mientras que en predios argentinos con puertas que se extienden a territorio boliviano, camiones de chatarra son descargados y posteriormente movidos hacia tierra boliviana con equipos especializados.
Estos ejemplos son solo una muestra de lo que ocurre en los límites fronterizos de Argentina, donde las normativas parecen flexibilizarse y los controles del Estado son insuficientes para regular las actividades transfronterizas. Son áreas donde las reglas se reinterpretan continuamente y las prácticas ilícitas florecen.
El reciente caso de Loan, el niño de 5 años desaparecido el 13 de junio, ha resaltado los desafíos de seguridad que enfrenta la frontera norte del país, donde el contrabando y la delincuencia operan al margen de la ley. La desaparición de Loan ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de estos corredores ilegales y ha provocado una respuesta urgente de las autoridades para abordar estos problemas.
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