Cerraron una fábrica y los empleados se enteraron por un PowerPoint

La firma De Laval, dedicada a la fabricación de componentes, repuestos y accesorios para la industria láctea, cerró sus instalaciones en El Trébol, dejando sin empleo a aproximadamente 50 trabajadores. La sorpresa fue el método de comunicación de la desvinculación: convocaron a una reunión donde proyectaron la noticia en una pantalla, proporcionaron instrucciones para el proceso de terminación laboral y aseguraron que cumplirían con las disposiciones legales en cuanto a la compensación.

Esta decisión generó desconcierto entre los empleados, delegados sindicales y la comunidad local, quienes esperan una explicación sobre los motivos detrás de esta medida adoptada por la empresa multinacional. Según los trabajadores, la información sobre el cierre fue presentada de manera abrupta durante la reunión, donde se proyectó un agradecimiento por su contribución seguido de la noticia de la pérdida de empleo.

Damián Calderón, uno de los trabajadores, expresó su confusión, mencionando que esperaban recibir información sobre los logros y conclusiones del año laboral, como en reuniones anteriores con el representante de la empresa. La abrupta notificación incluyó detalles sobre el cierre de la fábrica en El Trébol y la necesidad de firmar un documento reconociendo la finalización del empleo.

Calderón describió el proceso como altamente organizado, sin dar oportunidad a los trabajadores y sin dejar cabos sueltos. Los representantes sindicales confirmaron que la empresa siguió los procedimientos adecuados para evitar posibles reclamaciones.

Según las explicaciones brindadas por Calderón, la razón principal proporcionada por la empresa fue que De Laval no planea en el futuro la producción específica realizada en El Trébol, centrando sus esfuerzos en el desarrollo de la robótica y la automatización.

De Laval, parte del Grupo Tetra Laval junto con Tetra Pak y Sidel, adquirió la planta de El Trébol hace unos años. La empresa ha dejado a 50 empleados sin trabajo, incluyendo personal administrativo, y se espera que los cargos jerárquicos permanezcan en funciones hasta la venta de la maquinaria y el cierre total de las instalaciones. Con una antigüedad promedio de alrededor de 20 años, algunos empleados se ven afectados en una etapa cercana a la jubilación, recibiendo una indemnización que puede no ser suficiente durante el periodo de espera hasta la jubilación.