Conmoción: murió el fisicoculturista más "grandote" del mundo

Illia Golem, conocido por su impresionante físico y su dedicación extrema al fisicoculturismo, falleció a los 36 años. La causa de su muerte aún no fue confirmada, pero las especulaciones apuntan a los riesgos asociados con su régimen alimenticio y su uso de sustancias para el aumento muscular.

Golem, originario de la República Checa y radicado en Miami, era conocido como "El Mutante" o el "fisicoculturista más monstruoso del mundo" debido a su tamaño y sus inusuales hábitos alimenticios. Según la publicación estadounidense Men's Health, el culturista ingería hasta 16.500 calorías diarias, divididas en siete comidas que incluían más de 100 piezas de sushi y 2,5 kilos de carne. Además, utilizaba 50 dosis diarias de insulina y Synthol, una sustancia controvertida usada para incrementar el volumen muscular artificialmente.

El Synthol, compuesto por una mezcla de aceite, lidocaína y alcohol bencílico, es conocido por sus riesgos significativos. El doctor César Kálazich, especialista en medicina deportiva, explicó que esta sustancia puede causar dolor crónico, infecciones, abscesos e incluso embolias grasas, que pueden resultar en complicaciones graves como la muerte. Men's Health también sugiere que el abuso de esteroides podría haber jugado un papel en el fallecimiento de Golem, aunque estas son aún especulaciones.

Golem, con una estatura de 1,85 metros y un peso máximo de 165 kilos, era conocido por su dedicación al culturismo desde joven. Su sueño era emular a íconos como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, y su historia de vida incluyó una notable transformación física respaldada por un arduo entrenamiento y disciplina. En una entrevista, Golem compartió que comenzó en el culturismo guiado por revistas y la ayuda de su gimnasio local, sin acceso a los recursos modernos como Internet o redes sociales.

El culturista también había alcanzado récords personales impresionantes en press de banca (270 kilos), peso muerto (315 kilos) y sentadillas (315 kilos), y sus bíceps alcanzaban los 63,5 cm, con un pectoral de 155 cm. En su página de YouTube, Golem describía su transformación como un resultado de años de esfuerzo y disciplina, con el objetivo de inspirar a otros más allá del gimnasio.

La muerte de Illia Golem deja un vacío en el mundo del fisicoculturismo, donde su figura será recordada tanto por su impresionante físico como por los riesgos asociados con su enfoque extremo hacia el entrenamiento y la nutrición.