El dólar crypto se disparó a horas de las elecciones: pasó los $1.100

Caroline Knight es una joven británica de 34 años que bien podría ser la protagonista de una nueva historia de Netflix. La mujer, profesora de yoga, viajó a Perú por 10 días durante la pandemia. Allí quedó varada y se enamoró de un joven de 20 años.

Poco tiempo después decidió cambiar Londres por el Amazonas y ya no volvió a Gran Bretaña. Ahora, vive en la selva, rodeada de insectos, sin agua potable y trabaja con su pareja en el cultivo del cacao.

Caroline y Rómulo Román Roque viven en el corazón de la selva y tienen que acercarse a un poblado con acceso a internet para comunicarse con el mundo exterior.

"Rómulo tiene una energía muy bonita y algo de su alma me llamó la atención. Aunque es joven, también tiene sabiduría", aseguró la joven inglesa.

Caroline dejó su vida en Reino Unido por irse a vivir en lo natural y ahora cosecha cacao en la selva amazónica. A pesar de que sigue practicando y enseñando yoga a algunos indígenas, su principal dedicación es trabajar en las plantaciones de cacao con su novio.

"Ella a veces no tiene esa fuerza para cargar el cacao, pero yo la ayudo. También le enseño cómo hacerlo", dijo el joven.

La joven británica se enamoró de un agricultor peruano.

"Ha sido un trabajo muy duro, pero los árboles nos recompensaron con frutas y hemos procesado los granos a mano en cacao crudo. Me rompí las uñas sacándolas de las cápsulas. Hemos recibido nuestros primeros pedidos, principalmente a través de nuestra cuenta de Instagram, Jungle Cacao Peru, y a través de contactos en casa", contó Caroline.

"Esos primeros pedidos están empacados y listos para enviarse al Reino Unido. Realmente espero que podamos hacer un negocio con esto", dijo la mujer de 34 años.

Según contó a la prensa local la mujer nacida en Gran Bretaña: "Con compañeros británicos vine a un campamento, pensé quedarme diez días, pero encontré el amor y pasaron 326 días y el coronavirus. Pese al calor de la jungla, los insectos voraces, la falta de saneamiento y el trabajo agotador, despertar a su lado cada mañana, con el sonido mágico de los monos aulladores, hace que todo valga la pena. Me siento segura y amada".

También aseguró que "Rómulo es tímido, cariñoso y muy trabajador". Y que vive de una forma poco habitual, además de las condiciones mencionadas ya que "no tiene celular, pero consiguió ubicarme en Facebook".

Luego recordó que él "no habla inglés, pero yo sé suficiente español" y ante la consulta dice que "conversamos bastante. Solo nos conocíamos de días, pero sentimos amor". Así las cosas, a los pocos días Rómulo la invitó a vivir juntos.

Caroline, que solía trabajar como masajista y profesora de yoga y vivía en Stoke Newington, al norte de Londres, considera que la vida con Rómulo no podría ser más dulce. Ahora viven juntos "con abundantes frutas para comer" a su alrededor, y la ayuda económica de la familia de ella.

Caroline depende de los ahorros y de la ayuda de su familia para salir adelante. Ella dice: "El costo de vida es casi inexistente. La comida es barata y abundante".

Caroline espera un futuro con su amor adolescente. Ella dice: "Los chicos británicos de 19 años son básicamente niños, pero los hombres crecen rápido en el Amazonas".

"Incluso hemos hecho tiempo para un poco de yoga desnudos cuando podemos encontrar un espacio privado".

La cabaña donde residen es de madera y no tiene civilización en 100 kilómetros a la redonda. Ella lava la ropa en el río mientras que juntos cultivan y procesan los granos de cacao a mano.

Caroline confesó que le quiere en un futuro presentarle a su familia a Rómulo y llevarlo a él (junto a los suyos) para Inglaterra.