¿Es ininputable?

"Enamorada de la muerte", una psicópata. Ultrajó sexualmente a 40 cadáveres

Esta es la historia de Karen Greenlee, una estadounidense adicta a la necrofilia que profanó ataúdes. Los detalles:

QPJ SOCIEDAD

Enamorada de la muerte: la historia de una psicópata que ultrajó sexualmente a 40 cadáveres en sus ataúdes

Cuando buscamos la definición de "necrofilia" en el Diccionario de la Real Academia Española nos encontramos con dos acepciones. "Atracción por la muerte o por alguno de sus aspectos", dice la primera, mientras que la segunda indica: "Perversión sexual de quien trata de obtener el placer erótico con cadáveres". 

Como señala la forense y técnica funeraria británica Carla Valentine, "es uno de los pocos tabúes sexuales que existen en la secular sociedad occidental". "Es un tema complejo que genera tanto repulsión como fascinación en la población en general, más que complicado por su rareza y secretismo. Según (Julie) Peakman, 'como otras conductas sexuales marginales, la necrofilia permanece muy oculta dentro de la sociedad; es muy difícil de detectar y nuestra comprensión de la misma se reduce a los muy pocos registros y testimonios que existen'", completa la especialista.

Esta es la historia de Karen Greenlee una estadounidense adicta a la necrofilia.

El 17 de diciembre de 1979, Marian Gonzalez se encontraba junto a algunos de sus familiares en un cementerio de Sacramento, California. Allí, esperaba que un coche fúnebre trajera los restos de su hijo, John L. Mercure, quien había muerto una semana atrás. El entierro estaba preparado: solo faltaba que el vehículo arribara desde la casa velatoria Memorial Lawn. Pero jamás llegó.

El 19 de diciembre de 1979, el cadáver de Mercure fue encontrado en el cercano condado de Sierra County, adentro de su ataúd y en el mismo Cadillac que debería haberse presentado dos días antes en aquella necrópolis. Junto al cajón, se hallaba la aprendiz de embalsamadora encargada de transportar el cuerpo, inconsciente. Y sobre el mismo, había una carta. Estaba firmada por Karen Greenlee, la empleada en cuestión.

"¿Por qué hago esto? ¿Por qué? ¿Por qué? Miedo al amor, a las relaciones... Jamás un romance dolió tanto. Soy una rata de morgue. Esta es mi ratonera, y quizás mi tumba", había escrito, llena de remordimiento. Pero lo más fuerte estaba líneas atrás. Allí, confesaba haber tenido sexo con unos cuarenta hombres muertos a lo largo de sus 23 años de vida.

Greenlee fue trasladada de urgencia a un hospital, donde le realizaron un lavado de estómago. Robert Rocheleau, el médico que le salvó la vida, confirmó que la joven había intentado suicidarse mediante una sobredosis de pastillas. Según el doctor, la paciente estaba "extremadamente deprimida", informó elnoticierodigital.com.ar.

Karen fue juzgada y encontrada culpable por el robo del auto y del cadáver, pero no por haber mantenido relaciones sexuales con él. La necrofilia no estuvo tipificada como delito en California hasta 2004, cuando el gobierno de Arnold Schwarzenegger la consideró como tal. La joven, que por supuesto perdió su trabajo, fue penada con 11 días de cárcel, una multa de 255 dólares y dos años de "probation" con tratamiento psiquiátrico incluido.

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