Lo que vive es un calvario: denuncia que fue amenazada por la policía

Una salteña denunció ser víctima de amenazas, agresiones físicas y violencia por parte de miembros de la policía, además de enfrentar acoso constante de sus vecinos. La denunciante, quien prefirió mantener su identidad en reserva por seguridad, relató una serie de hechos alarmantes que han puesto en riesgo la vida de su familia, incluyendo apuñalamientos, incendios y amenazas de muerte.

Según la mujer, los problemas comenzaron hace dos años, cuando alquiló una vivienda en la que reside actualmente con su familia. Desde entonces, asegura que ha sido objeto de constantes hostigamientos por parte de sus vecinos, quienes también son inquilinos de la misma propietaria desde hace 18 años. La situación, que ha escalado a niveles preocupantes, incluye amenazas con armas blancas, y agresiones directas a su hogar y a su familia, entre ellos a sus hijos pequeños de solo cuatro años.

La denunciante afirmó haber realizado al menos 12 denuncias penales, pero lamenta que hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta efectiva por parte de la justicia. Además, señaló que la situación se ha agravado debido a la intervención de la policía local, particularmente de la Comisaría Tercera, donde presuntamente algunos oficiales, en lugar de proteger a su familia, estarían colaborando con sus agresores.

"Desde que solicitamos consigna policial para preservar la paz entre las partes, lo que hemos visto es que los oficiales se prestan para las demandas de mis vecinos. Tengo pruebas de que hacen mandados para ellos y los apoyan en sus acusaciones falsas contra nosotros", declaró la mujer, quien asegura tener grabaciones de seguridad que respaldan sus afirmaciones.

La situación alcanzó un punto crítico cuando, el pasado lunes, la denunciante acudió a la comisaría para reportar un nuevo incidente de abuso policial. Sin embargo, según su relato, el Suboficial Mayor a cargo se negó a tomar la denuncia y, en su lugar, amenazó de muerte a sus dos hijos y a su esposo. La mujer teme que el objetivo de sus agresores sea apoderarse de ambas propiedades, ya que, según afirma, la casa que ocupa estaba destinada a una de las hijas de sus vecinos.

La denunciante exige la intervención urgente de las autoridades competentes para poner fin a la violencia que sufre su familia y para que se tomen medidas contra los responsables de las amenazas y agresiones. "No es posible que un oficial de policía porte una placa y al mismo tiempo amenace de muerte a niños inocentes. Necesitamos protección, no complicidad", concluyó.