Más de 2 millones de trabajadores en blanco están en situación de pobreza en Argentina

Esta alarmante cifra revela que tener un empleo formal ya no es suficiente para evitar la pobreza en el país. Según un informe del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), se estima que más de 2 millones de trabajadores formales viven por debajo de la línea de pobreza.

El fenómeno de los "trabajadores pobres" se profundizó tras las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, aunque ya venía manifestándose en la post-pandemia. Además, el informe resalta que el 70% de los empleados informales también se encuentran en situación de pobreza.

El empleo formal, que debería ofrecer beneficios como aguinaldo, obra social y protección legal, ya no garantiza un nivel de vida que permita superar la pobreza. Esto refleja un cambio en la configuración social del país, donde más del 52% de la población total se encuentra en pobreza, según las últimas estadísticas del Indec.

Ganadores y perdedores 

 A diferencia de la post-pandemia, donde todos los sectores sufrieron una caída en su nivel económico, en 2024 aparecen con mayor claridad "ganadores y perdedores". Los trabajadores más afectados incluyen a los obreros de la construcción, empleados de comercio, trabajadores de franquicias gastronómicas, personal doméstico, y empleados de tareas rutinarias en oficinas. Estos grupos, aunque formalizados, reciben sueldos insuficientes para superar la pobreza.

Por otro lado, los profesionales y microempresarios han logrado alejarse de la pobreza, aunque también se ven afectados por la crisis.

El informe subraya que el deterioro del poder adquisitivo afecta tanto a los subocupados (trabajan menos de 35 horas semanales) como a los sobreocupados (trabajan más de 45 horas). Esto demuestra que más horas de trabajo no se traducen en una mejora económica, y el porcentaje de trabajadores regulados pobres ha crecido notablemente en todos los segmentos.

Este análisis refleja la urgente necesidad de revisar la calidad del empleo y los mecanismos de inserción laboral en Argentina, ya que la pobreza está afectando a sectores que antes gozaban de mayor estabilidad.