El "mate criollo" tiene su monumento y está aquí, en el norte del país

En Salta erigieron un "Monumento al Mate Criollo" en el sector occidental de la urbe. La creación se llevó a cabo mediante esfuerzo propio, utilizando fondos generados a través de sorteos y la colaboración de los mismos residentes. Se localiza en el área verde del Barrio Nuestra Señora del Carmen.

El mate, símbolo de nuestra identidad nacional, encarna valores como la camaradería, la hospitalidad y la unión. Fue esta profunda conexión con lo propio lo que inspiró a un conjunto de habitantes del barrio Nuestra Señora del Carmen, en la parte oeste de la ciudad capitalina, en la vecina provincia, a erigir un monumento en honor al mate. El mismo ha sido emplazado en el corazón del parque de la zona, contiguo a la plaza "La Esperanza", y será inaugurado el 17 de febrero próximo.

La idea, arraigada profundamente en nuestras raíces culturales, nació hace años atrás a través de un proyecto presentado ante el Concejo Deliberante. A pesar de haber sido declarado de interés cultural, nunca se llevó a cabo. Ante esta situación, la comunidad decidió unirse y hacer realidad su anhelo. "En 2014 presenté un proyecto para erigir un monumento al mate criollo ante el Concejo Deliberante, el cual fue declarado de interés cultural. Sin embargo, quedó en pausa y nunca se concretó. Cansados de esperar, el año pasado propuse a mis vecinos que lo hiciéramos nosotros mismos, ya que contribuiría a mejorar y embellecer nuestro barrio", detalló Graciela Durán, vecina y mentora del proyecto.

En Salta no había hasta ahora un monumento dedicado al mate. "En Argentina sabemos que existen dos o tres monumentos al mate, pero nosotros, los salteños, que nos enorgullecemos de nuestras tradiciones, no teníamos uno. Afortunadamente, un grupo de vecinos respaldó la iniciativa y comenzamos a trabajar. Nos organizamos vendiendo rifas para adquirir los materiales necesarios. Así avanzamos, con la contribución de cada uno, que aportó su grano de arena", expresó con orgullo Graciela.

La colaboración de los residentes ha sido fundamental para el proyecto. "Un vecino se encargó de la albañilería, construyendo toda la estructura del monumento según el diseño del proyecto. Es un monumento generoso situado en el corazón de la plaza de nuestro barrio. Siempre trabajamos en nuestro espacio verde, limpiándolo y recogiendo la basura junto a un grupo de niños que han crecido con nosotros. Después les enseñamos a cuidarlo. Aquí sobra el compromiso y la solidaridad entre vecinos", aseguró Durán.