Murió tras caer en un pozo que hizo cavar porque soñó que había oro en su casa
La obsesión llevó al joven a contratar a diversas personas, a quienes les prometía una parte del botín, para realizar la excavación.
Hace exactamente un año, João Pimenta da Silva tuvo un sueño que cambiaría su vida de manera trágica. Soñó que bajo su casa, ubicada en el municipio de Ipatinga, en el estado brasileño de Minas Gerais, se encontraba un tesoro de oro.
Este sueño se convirtió en una obsesión, y día tras día, Pimenta da Silva cavó un pozo de 40 metros de profundidad en busca de su preciado tesoro. La obsesión llevó a João a contratar a diversas personas, a quienes les prometía una parte del botín, para realizar la excavación.
Inicialmente, pagaba 70 reales brasileños por día cuando el hoyo era poco profundo, pero a medida que la excavación se volvía más profunda, los costos aumentaban proporcionalmente. El fatídico incidente ocurrió en uno de los momentos en que João se asomaba al agujero en busca de algún indicio del metal precioso.
En un desafortunado giro de los acontecimientos, perdió el equilibrio y cayó al pozo, resultando en su muerte instantánea. Vecinos informaron que la obsesión de João por encontrar oro debajo de su propiedad era tan intensa que incluso llegó a ofrecer sumas considerables, llegando a los 495 reales brasileños, a cualquiera que ayudara a quitar la tierra del hoyo.
Arnaldo da Silva, vecino y amigo de João, compartió con los medios locales: "João pasó más de un año cavando el pozo y contrató a varias personas para realizar la excavación. Inicialmente, pagaba 70 reales brasileños por día cuando el hoyo era poco profundo, pero a medida que aumentaba la profundidad, los costos también aumentaban".
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