Gran mensaje

Norteña tiene cáncer y así eligió pasar San Valentín, la historia más conmovedora

No se trata de una serie ni de una película, hace años que pelea en la vida real como paciente oncológica

QPJ SOCIEDAD

Iris, una paciente oncológica de 31 años, decidió casarse en la Maternidad, un lugar que ha sido su refugio durante años de lucha contra el cáncer de cérvix. A lo largo de su tratamiento, encontró en el hospital un trato lleno de humanidad, respeto y vocación de servicio, lo que la llevó a querer celebrar su boda en ese entorno que consideraba su segundo hogar. Para ella, la Maternidad representaba un lugar seguro y lleno de paz, donde siempre recibió el cariño del personal.

Iris es originaria de Amaicha del Valle -Tucumán- y ha sido acompañada en su proceso por Leonardo, su pareja, quien no la dejó sola en sus momentos más difíciles. Juntos, con el apoyo de sus tres hijos, han enfrentado el cáncer con esperanza y optimismo. Fue en medio de su lucha contra la enfermedad cuando surgió la idea de formalizar su relación a través del matrimonio, algo que no había planeado antes, pero que sentía necesario en ese momento tan crucial de su vida.

A pesar de que su enfermedad avanzaba y los tratamientos se volvían más agresivos, Iris mantuvo la esperanza de cumplir su sueño. Gracias a la generosidad del personal médico y de enfermería, logró organizar una ceremonia sencilla e informal en la que participaron tanto ella como su pareja, junto a los médicos, enfermeros y residentes del hospital. Su deseo de casarse allí fue un acto de gratitud hacia quienes la habían acompañado durante tanto tiempo.

María de los Ángeles Soraire, médica paliativista del hospital, explicó que Iris había estado internada debido a una descompensación en su cáncer avanzado. Durante su estancia, la paciente expresó el deseo de casarse antes de ser dada de alta, ya que, aunque llevaba años en pareja, nunca había formalizado la relación. La boda fue organizada de manera espontánea, y el personal del hospital apoyó la celebración, demostrando el fuerte vínculo que se había creado con Iris a lo largo de su tratamiento.

El día de la boda, Iris y Leonardo estuvieron rodeados de médicos y enfermeros que los habían acompañado en su camino. Fue un momento emotivo para todos los presentes, ya que representaba más que una simple unión, era la celebración de un amor que perdura a pesar de las adversidades. La boda fue un recordatorio de la importancia de la esperanza, el amor y la gratitud, tanto en los momentos difíciles como en los felices, informó Contexto.

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Sociedad