¿Qué puede pasar?

Porqué no hay que dejar enchufado el cargador, sin el celular conectado

Muchas personas emplean esta práctica, que pone en riesgo a toda tu familia.

QPJ SOCIEDAD

Un hábito común en muchas casas es dejar el cargador de celular enchufado a la corriente después de desconectar el dispositivo.

Aunque esta práctica parece inofensiva, puede tener varios efectos negativos que muchas personas desconocen. A continuación, se detallan los principales problemas asociados y recomendaciones para evitar riesgos innecesarios.

Riesgos de Dejar el Cargador Enchufado

  1. Consumo "Fantasma" de Energía: Aunque el cargador no esté conectado al celular, sigue consumiendo energía. Este fenómeno, conocido como "consumo vampiro" o "consumo fantasma", ocurre cuando dispositivos electrónicos permanecen en un modo de espera y continúan absorbiendo electricidad. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), un cargador de celular genérico puede consumir entre 0,1 y 0,5 watts por hora incluso cuando no está en uso. Aunque parezca poco, el acumulado de múltiples cargadores y otros aparatos puede inflar significativamente la factura de electricidad.

  2. Sobrecalentamiento: Los cargadores conectados de manera continua pueden experimentar sobrecalentamiento. En casos raros, el sobrecalentamiento junto con un posible cortocircuito puede llevar a un incendio. Aunque este riesgo es bajo, es una posibilidad que no se debe ignorar.

  3. Desgaste del Cable: El flujo constante de energía puede dañar el cable del cargador. Con el tiempo, esto puede resultar en un desgaste que afecta la estabilidad de la carga del dispositivo, reduciendo la vida útil de la batería debido al impacto en el ciclo de carga de las baterías de litio.

Dejar conectado el cargador del celular, sin el dispositivo representa un riesgo. 

Dejar cargadores y otros aparatos electrónicos enchufados contribuye al "consumo fantasma", lo cual se traduce en un aumento en la factura de electricidad. La Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) estima que este tipo de consumo puede representar entre el 5% y el 16% del consumo eléctrico total en un hogar.

Reducir este tipo de consumo tiene beneficios no solo económicos, sino también ambientales. Al disminuir el uso de energía en reposo, se reduce la huella de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático al disminuir las emisiones de dióxido de carbono.

Adoptar estos hábitos no solo ayudará a reducir los costos de electricidad, sino que también contribuirá a un uso más responsable de la energía, promoviendo un entorno más sostenible. 

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