Prohibieron un conocido repelente de mosquitos: es peligroso

En una reciente disposición publicada en el Boletín Oficial, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ha prohibido en todo el territorio argentino la utilización, comercialización y publicidad de un repelente de mosquitos líquido de la marca Liestar, así como otros cuatro productos de la misma línea.

La Resolución 2110/2024, emitida por el organismo dependiente del Ministerio de Salud, justifica la decisión con el objetivo de "proteger la salud de los ciudadanos". La ANMAT argumenta que "se desconocen los orígenes de los productos", lo que imposibilita garantizar su trazabilidad, condiciones de elaboración, calidad con niveles de control adecuados bajo la normativa vigente y su inocuidad.

En el documento, la institución gubernamental proporciona siete sitios web donde se ofrecían estos productos prohibidos, entre ellos, el repelente de mosquitos, un sanitizante de manos con 70% de alcohol, un sanitizante en versión de spray, un jabón líquido para manos y cuerpo, y una loción corporal. Cuatro de estos sitios pertenecían a la página web de la marca Liestar, otro a su cuenta de Instagram y dos más estaban publicados en Mercado Libre.

La ANMAT, dirigida por Nélida Agustina Bisio en la nueva gestión con Mario Russo como ministro de Salud, destaca el potencial daño que los productos prohibidos podrían causar, especialmente aquellos con un 70% de alcohol. Se resalta la importancia de que el alcohol etílico utilizado en productos de uso cutáneo cumpla con estándares de calidad y pureza establecidos por la normativa vigente.

En una de las publicaciones vigentes pero sin opción de adquirir, el mayorista ofrecía el repelente de un litro por $13.000, una cifra por debajo del precio habitual de este tipo de productos.

La ANMAT subraya que una de las publicaciones adjuntaba un supuesto documento oficial de la ANMAT de septiembre del año pasado, firmado por Valeria Teresa Garay, subadministradora nacional de la entidad, cancelando un certificado de registro anterior y otorgando uno nuevo. Sin embargo, se aclara que no se trataba de una certificación oficial, sino de un trámite administrativo para obtener la autorización correspondiente.