No se puede creer

Alcoholismo, maltrato y humillación: la verdad sobre la familia que todos aman. Así eran los Ingalls

Llegaron a la televisión para demostrar que no era necesario tener grandes riquezas para ser feliz. Sin embargo, la grabación era un verdadero infierno

QPJ Zapping

Alcoholismo, maltrato y humillación: una actriz de La familia Ingalls reveló el infierno que vivió en el set. Karen Grassle, quien interpretó a la madre en la famosa serie, habló sobre sus problemas de adicción y la compleja relación con su coestrella

La actriz que encarnó a Caroline en La familia Ingalls habló sobre su alcoholismo y los maltratos que vivió.

La familia Ingalls llegó a la televisión para demostrar que, para ser feliz, no es necesario tener grandes riquezas. La serie hizo soñar a sus fanáticos con vivir en una pradera rodeados de animales y ser parte de una gran familia, disfrutando las simplezas de la vida. Pero aunque a través de la pantalla se veía pura alegría y superación, la realidad de quienes se encontraban detrás de las cámaras era muy diferente. Karen Grassle, más conocida por su rol como Caroline Ingalls o "Ma", reveló los duros momentos que debió atravesar en el set.

La actriz lleva más de 50 años recopilando sus experiencias en una serie de diarios íntimos y, este mes, se decidió finalmente a publicar un fragmento de las mismas. En su libro Bright Lights, Prairie Dust: Reflections on Life, Loss, and Love from Little House's Ma, habló sobre los altibajos de la fama y, según explicó a la revista People, es una continuación de los registros que comenzó a realizar a los 13 años para sobrevivir al alcoholismo de su padre.

Tal como su progenitor, Grassle terminó desarrollando una adicción a la bebida que casi le cuesta su trabajo. En sus memorias decidió enfocarse en su batalla, dejando relucir su lado más vulnerable al relatar aquellas situaciones en las que tocó fondo y que la llevaron a buscar ayuda, informó LN+.

Una de ellas, según recuerda, fue la única vez que tomó en el rodaje. Durante un almuerzo donde sus colegas decidieron abrir una botella de vino, ella disfrutó de una copa. Pero mientras el resto volvía a sus labores como si nada, Karen luchaba contra sus demonios.

"Después de que volvimos al trabajo, no podía dejar de pensar en esa botella de vino. Y yo solo estaba como: ‘¿Qué pasa?' Salí, fui al baño, me enjuagué la boca, fumé un cigarrillo, hice todo lo que pude para distraerme. Y aún así, mi mente estaba como: ‘Ve por ese vino'. Fue realmente humillante", contó.

Luego de aquel evento, la situación solo empeoró. Durante una conferencia de mujeres feministas, a la cual llegó tras un episodio severo de consumo, terminó hablando más de lo debido frente al auditorio: "Me sentí tan avergonzada de haber estado hablando monótonamente frente a estas mujeres a las que respetaba".

Aunque intentó dejar de beber por sus propios medios, una y otra vez volvió a recaer. Hizo falta una pelea con un ser querido para que finalmente se decidiera a buscar ayuda profesional. Unos meses después de tomar la difícil decisión de rehabilitarse, su padre murió por una enfermedad vinculada al alcoholismo y eso solo sirvió para encender su deseo de recuperarse.

Pero no fue la adicción lo único que convirtió sus largas horas en el set en un infierno. La mala relación con su coestrella y director de La familia Ingalls, Michael Landon, también fue una de las principales razones de su malestar.

El vínculo comenzó bien y ella lo recuerda con mucho cariño, pero las cosas se pusieron muy feas muy rápido. Cuando la serie se convirtió en uno de los programas más famosos de su época, la actriz se sentó a negociar con el director y la productora y grande fue su sorpresa al encontrar resistencia por parte de quien creía su amigo.

Landon ("Pa" en la ficción) la presionaba para que dejara de insistir y empezó a boicotear su trabajo. Cuando Grassle consiguió el esperado aumento, también recibió menos tiempo en pantalla y malos tratos.

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