Estrella súper famosa envuelta en un escándalo de "poliamor" y una herencia millonaria
Empezaron como pareja "convencional", incluyeron a la mucama, luego llegó una bebé y la pelea ahora es por el dinero
Inicialmente eran una pareja convencional como cualquier otra, entonces podríamos estar hablando de "engaño e infidelidad", pero no, es "poliamor". También hay una menor en juego y millones de una herencia que reclaman las partes intervinientes en esta particular relación.
La inolvidable historia de poliamor de Robin Gibb, uno de los célebres Bee Gees, continúa resonando en el mundo de la música. El talentoso artista, quien falleció en 2012, protagonizó un escándalo amoroso debido a su estilo de vida poco convencional. En medio de una relación abierta con su esposa de toda la vida, Dwina, Robin tuvo una conexión paralela con su empleada doméstica, Claire Yang, que llevó a la llegada de una hija y desató una controversia en torno a la herencia.
Robin Gibb, nacido en el Reino Unido el 22 de diciembre de 1949, junto a sus hermanos Barry y Maurice Gibb, formó el exitoso trío Bee Gees, genios de la música, considerado como los reyes de la música disco. Con éxitos como "Stayin' Alive", "Tragedy", "To Love Somebody" y "Night Fever", la banda vendió más de 22 millones de copias en todo el mundo y se convirtió en uno de los grupos más exitosos de la historia musical.
El poliamor entre Robin Gibb y Dwina, su esposa, se hizo público después de la muerte del artista, aunque los rumores circulaban desde antes. La escritora y sacerdotisa confirmó que mantenían ciertas "libertades" en su matrimonio, subrayando que, a pesar de ello, siempre se amaron profundamente.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando se reveló que Robin Gibb tuvo una hija, llamada Snow, como resultado de su relación con la empleada doméstica Claire Yang en 2008. Aunque la pareja tenía acuerdos consensuados, la noticia generó un giro inesperado y el cantante tuvo que aclarar la situación, describiendo la nueva vida como un "regalo del cielo" y una "bendición".
La relación de Robin con Claire se remontaba a 2001 y estaba aprobada por Dwina, pero cuando descubrieron el embarazo, la empleada fue expulsada de la mansión por considerarse una "traición". A pesar de ello, la viuda siempre defendió a su esposo públicamente y en privado.
Dwina, en una entrevista, explicó que su relación abierta no se trataba de orgías, sino de disfrutar la compañía de otras personas, tanto física como espiritualmente. La historia incluyó la gestión de Robin para proporcionar a Claire un hogar, una niñera y un automóvil después de su salida de la mansión.
El tema de la herencia de Robin, valuada en 140 millones de libras, también generó controversia. El cantante resolvió dejarle 4 millones a Claire y adquirir una propiedad para ella. La ama de llaves optó por no asistir al funeral del productor discográfico para evitar inconvenientes.
La vida de Robin Gibb, marcada por su poliamor, sus desafíos personales y la compleja relación con sus hermanos, terminó siendo tan caótica como apasionante.
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