Violencia intrafamiliar: la pesadilla de la ex cantante de Agapornis
La influencer abrió su corazón y contó todo, "no es fácil para una madre"...
La conmovedora confesión de Melina Brizuela, la ex cantante de Agapornis, víctima de abuso intrafamiliar. Con profundo dolor, contó lo que padeció en su familia y el conflicto que le generó a lo largo de su vida con sus propias relaciones de pareja.
Melina Brizuela hizo una fuerte revelación sobre su historia de vida, que la cambió para siempre: "Sufría el abuso de un familiar y mi abuela me decía que eran mimos".
Así se lo expresó la ex cantante de Agapornis a Infobae en una entrevista íntima donde dio detalles de lo que padeció. Contó que fue abandonada por su padre, abusada sexualmente por un familiar y golpeada física y psicológicamente por sus parejas. Debió pasar por un proceso de sanación que la llevó a cambiar su apellido: dejó de ser Lezcano y tomó el apellido Brizuela.
Además, dejó de cantar y se refugió en su interior para encontrar su camino.
"Tenía cinco años cuando fui víctima de abuso sexual y lo peor es que se trató de mi tío abuelo", contó la cantante. Y siguió revelando la respuesta que le daba Lita, su abuela: "Cuando le conté lo que este señor hacía conmigo me respondió: '¡Son mimos! No pasa nada. A tu prima le hace lo mismo'. Ella, tan rígida como era, no podía ver la magnitud de la situación ni tampoco permitir que se armara un quilombo en la familia".
La ex voz de Agapornis conmovió al dar más detalles de lo que reflexiona ahora sobre aquellos episodios. "¿Qué podría pensar yo si mi propia abuela me decía que estaba bien que un tipo me llevase al sótano para tocarme? ¿Qué importancia podría darme de adulta, si eso es lo que había aprendido a la edad en la que una criatura empieza a conocerse y a darse valor por sí misma?".
Sorpresivamente, en ese momento, Melina no acudió a su madre. "Tal vez fue miedo a que me retasen, no lo sé. Eran épocas en las que no se tomaba demasiado en cuenta lo que un chico decía. Y mi abuela tenía tanto poder dentro de la familia, su visto u opinión era tan fuerte, que si ella lo sabía ya sería suficiente", reveló..
Hasta que llegó su necesidad de hablar: "Recién a los 19 años me animé a planteárselo a mamá. Pero con una versión más liviana, muy por arriba. Y, aún así, no pudo mirarme a los ojos. No es fácil para una madre aceptar que su hija fue tan vulnerada. Pude ver en ella una enorme frustración. La culpa de no haber podido protegerme".
"Claro que existieron los reproches del estilo: "¿Por qué no viniste a mí, primero?" Pero, en ese entonces ella debía trabajar y mi abuela, con la que pasaba el día, era casi mi mamá. Yo no distinguía tanta diferencia", contó la cantante dejando en claro que era su abuela quien la cuidaba la mayor parte del tiempo.
Brizuela reveló lo que la llevó a dar a conocer su propia historia. "Y terminé de acomodar y redimensionar esa experiencia al escuchar el testimonio de Thelma Fardin. Recién entonces tuve el valor de compartir que yo también fui una chica abusada", detalla sobre lo que vivió.
Estos episodios la llevaron a tener una mirada dolorosa sobre su abuela: "Estuve muchos años enojada con ella mientras le daba vuelta a tantos por qué. ¿Por qué había sido de ese modo? ¿Por qué me enseñó a callar? Porque hizo lo que pudo con eso que tenía. Con el tiempo descubrí que ella también había sido víctima del abuso sexual y fui abrazando su historia".
"Venía de una familia rural de catorce hermanos, con el deber inobjetable de trabajar desde los seis para poder comer. El destino la obligó a llevarse el mundo por delante sin tiempo para detenerse a llorar", contó la artista.
"Así educó a su hija, con el: 'Vamos, vamos, vamos. Secate las lágrimas y seguí'. Sin procesar demasiado. Sin dar chance a instalarse ni un minuto en el dolor. Porque la vida, muchas veces, nos pasa por encima", sostuvo según detalla Pronto.
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