"No es su hermana, es su novia y encima..." El drama de la Doctora Polo de Caso Cerrado
Trabajaban juntas, terminaron siendo pareja y al final se desconocieron por completo. La abogada tuvo que llamar a un abogado
Ana María Polo, la reconocida abogada y presentadora de televisión, famosa por su programa "Caso Cerrado", ha enfrentado un drama personal que ha sorprendido a muchos. Aunque durante años se creyó que Marlene Key, su ex mano derecha, era su hermana o una cercana colaboradora, en realidad, fue su pareja por más de 25 años.
No fueron buenas noticias para la Dra. Polo, quien se encargaba de "resolver" casos engorrosos a varios que desfilaron por su programa, quien necesitó ayuda legal ahora, fue ella...
El conflicto entre ambas salió a la luz cuando Key demandó a la "Doctora Polo" por una suma millonaria, un tema que rápidamente capturó la atención del público. La demanda, por dos millones de dólares, se originó debido a una disputa sobre los derechos del nombre "Caso Cerrado", los cuales estaban registrados a nombre de Key, y la supuesta extracción de más de medio millón de dólares de una cuenta bancaria compartida.
La relación entre Polo y Key, que comenzó como una unión sentimental y laboral, terminó en una batalla legal que puso en jaque la estabilidad del popular programa. Según declaraciones del productor José Antonio Orta, la salida de Key del equipo de producción en 2016 impactó negativamente en la audiencia del show, reduciéndola en un 40 a 45%.
A pesar de que Polo estuvo casada con un hombre entre 2001 y 2008, fue Marlene Key quien tuvo la potestad para tomar decisiones médicas importantes, como ocurrió en 2003 cuando Polo enfrentó una batalla contra el cáncer de mama. En ese momento de vulnerabilidad, Polo le cedió a Key los derechos de "Caso Cerrado", un movimiento que ahora es centro del litigio.
En respuesta a la demanda, la vocera de Polo emitió un comunicado asegurando que esta acción legal es un intento de dañar la imagen de la abogada y afectar su éxito. La "Doctora Polo" se comprometió a responder con firmeza en los tribunales, respetando el acuerdo de confidencialidad impuesto por la corte.
Este caso ha dejado al descubierto no solo la vida privada de una figura pública, sino también las complejidades de mezclar negocios y relaciones personales, especialmente cuando el amor se convierte en disputa legal.
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