Drástica decisión del hijo mayor de Julieta Prandi

El hijo mayor de Julieta Prandi se quitará el apellido de su padre.

Mateo de 11 años lo hará legalmente en apoyo a su mamá ante los hechos de violencia intrafamiliar por los cuales está demandado.

Es un contexto de mucho dolor, porque el hombre no deja de ser el padre biológico de los chicos, pero a su corta edad, ellos entienden que las cosas no están bien y que lo que hizo su padre, debe ser penado. Julieta Prandi recibió esta semana una de las noticias que estuvo esperando por tres años, luego de que denunciara oficialmente a su exmarido y padre de sus hijos, Claudio Contardi, por violencia intrafamiliar. El pasado 24 de febrero la justicia falló a su favor y el padre de sus hijos no podrá tener contacto con sus ellos durante 60 días a partir de la fecha dicha previamente.

A días de esta decisión judicial por parte de la jueza, la Dra. Marcela Silva Rama, la cual también incluyó una perimetral que le prohíbe acercarse a ellos tres, el hijo mayor de Julieta Prandi, Mateo Contardi Prandi (11), tomó la decisión de quitarse legalmente el apellido de su padre.

"Este año se va a hacer esto. Ya puede hacerlo y lo tiene completamente decido. Es uno de los pasos que vienen ahora", remarcó la modelo y presentadora, según detalla Caras.

En entrevista con "Intrusos", Julieta denunció que el padre de sus hijos le debe más de 3 millones de pesos sin incluir los intereses, por la cuota mensual de Mateo y Rocco, su hija menor de 7 años. También aseguró que Contardi solo deposita, y cuando quiere, un 20% de la cuota mensual que le corresponde y agregó: "Con 20 mil pesos no hago las compras del supermercado del mes".

Esta luz verde en medio del problema judicial sobre la violencia familiar y de falta de responsabilidad con los deberes económicos de Claudio Contardi, la modelo lo ve como un alivio y un respiro. También aseguró que había una "complicidad absoluta con el juez anterior", que pese a que Contardi no cumplía con lo que le correspondía, le permitía seguir viendo a los chicos, aun cuando sus hijos no lo querían ver.

"Desde que les conté que hubo esta suspensión están felices, están más tranquilos, porque hasta ahora que no había un papel que los resguardara, ellos se veían en la situación de que si aparecía su padre, era un tironeo y tenía que aparecer la policía".