"Mi mamá nos empujaba": Furia contó cómo fue su infancia junto a Coy, su hermana
Para muchos es la mejor jugadora de Gran Hermano, desde que salió de la casa, no para de generar sensaciones de las más diversas
La señalada como "la mejor jugadora" de la historia de Gran Hermano, Furia brindó una extensa entrevista al diario Clarín y repasó parte de su vida.
Postales de la infancia.
"Me fascinaba pararme frente al espejo y me ponía a bailar con las canciones de Bandana, amaba a esa banda. Me acuerdo que mi vieja me regaló un CD y con Coy (su hermana, su sostén del juego del otro lado de la puerta) bailábamos todo el día. Mi mamá nos empujaba a actuar en el colegio, nos motivaba mucho", cuenta una de los cinco hermanos Scaglione. Y dice de Coy: "Es mi mano derecha, me aguantó, me dio, se merece el mundo".
"Vi la actitud de mi vieja... ella vestía trajecito un día y al otro estaba armando los sandwiches para vender, para mantenernos. Vi todas las etapas, la de mi viejo sin laburo, la crisis del 2001, los esfuerzos, vi cómo se caía todo".
-Y viste la dignidad de tu mamá, por lo que estás contando...
-Todos se reían de mi mamá cuando tuvo que salir a bancar la parada, muy injusto. Te hablo de algunos de sus familiares y de varias de sus amigas. Pero ella iba para adelante para sacar el barco a flote.
La nena que fue "jugaba a todo. Tenía Barbies, roller, pelota... a veces me llevaban a pescar. Me gustaba pasar mucho tiempo con mi viejo, mamé mucho de su lado masculino. Y tengo mucho de lo femenino de mamá".
-Hija de un señor de la industria automotriz, ¿resultaste chica fierrera?
-Mi papá no quería mucho que yo manejara, esas cosas las aprendí más de mi otro papá, ponele. Te hablo de Dany, mi primer suegro, el que me compró mi primera moto. Lucas, ‘El gordo', al que nombré mucho en la casa, me enseñó a andar en moto. Lucas es uno de mis ex. Tuve novios y novias. A Dany le debo mucho, gratitud eterna.
-Cuando te preguntaban qué querías ser de grande, ¿qué contestabas?
-No tengo respuestas. Me acuerdo que decía ‘El trabajo que venga será genial'. Yo me formé como entrenadora, me gusta mucho la moda, por eso me especialicé en Visual Merchandising.
-¿Que sería?
-Es el oficio del que se dedica a elevar una venta visualmente. Un vidrierista comercial: me das esto, yo lo pongo perfecto para que el cliente lo quiera. Lo pongo bonito. Eso lo estudié en Espacio Buenos Aires y también cursé en la Universidad de Palermo.
La disciplina propia y la envidia ajena
Furia, recién salida, fue a saludar a Cata a la tribuna. fueron amigas, ya no. Tensión en el estudio.
-¿Cómo sos trabajando?
-Muy estructurada, muy disciplinada y eso lo pulí en los entrenamientos. Los que entrenan conmigo se fascinan con esa parte mía. Después está el que me envidia.
-Repetiste mucho esa palabra en la casa...
-Es que de la envidia ajena nace mi fuerza. Por eso llené a todos de cintitas rojas. Y mirá lo que me regala la gente... Todo lo bueno vuelve. Me dieron esta medallita de San Benito, rosarios, este colgante con la foto de Otto (su gato) y Maya, que es la que lo cuidó todo el tiempo. Pensé que se me iba a deprimir. Pero está hermoso y feliz de que haya vuelto.
Después de unos días de transición en un hotel -un protocolo del programa más visto de la TV actual-, acaba de volver al departamento que alquila y cuyo contrato, en breve, tiene que renovar.
Cuenta que está en proceso la sucesión tras la muerte de su mamá en 2019 y de su papá en 2022. Habla de sus dolores y sentencia: "A mí me salvó entrenar. Pero en la casa me caí un poco, me dejé enamorar y luego me destruyeron. Fue horrible". Seguramente hablará de Mauro, a quien no quiere nombrar, con quien mantuvo un romance en el encierro.
-¿De dónde salió tu apodo?
-Me lo pusieron cuando empecé a dar clases de Body Combat (un programa de entrenamiento grupal), que es un producto ya armado, como el tae bo (rutinas combinadas de karate y boxeo). Me interesó, lo empecé a estudiar, generé algo muy copado con micrófono y replicaba todo lo que venía ya del formato, coreografías ya diseñadas por alguien. Yo era una gran showoman. Me veían como un personaje de combate, y ahí comenzaron a decirme Furia, medio como un juego. Y después eso se consolidó cuando me metí a competir en cosas de fuerza. Era como mi nombre deportivo.
-Cuando mirabas a cámara y le hablabas a los "furiosos", ¿qué imaginabas que había del otro lado?
-Imaginaba unas diez personas, ponele.
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