La mujer de Mauro Zárate habló después de vencer el cáncer y mostró orgullosa las cicatrices
"Lo que más quiero es vivir y ver crecer a mis hijos", dice Natalie Weber al abrir su corazón y contar cómo fue su guerra contra la enfermedad
"No me avergüenzan": Natalie Weber mostró las cicatrices que le quedaron tras su operación de cáncer de mama. Fue diagnosticada en 2016, semanas después de haber perdido un embarazo.
En 2016 a Natalie Weber le diagnosticaron cáncer de mama. Después de un año de tratamiento y con operaciones de por medio, logró recuperarse. En una serie de notas que dio en ese momento habló del apoyo fundamental que recibió de parte de su familia, su esposo Mauro Zárate y sus hijos, Mía y Rocco. En un ida y vuelta con sus seguidores de redes sociales, le preguntaron por la enfermedad y por las cicatrices de la intervención y ella respondió con muchos detalles.
Un usuario de Instagram le consultó si le habían quedado cicatrices de las cirugías del cáncer de mama y la modelo respondió posteando una foto en donde se nota una de ellas en la axila derecha y, para que se pueda identificar, le agregó un círculo rojo "No me avergüenzan, todo lo contrario", aseguró.
Por su parte, otro seguidor quiso saber: "¿Estás curada del todo o aún hay riesgos?". Ante esta consulta, Natalie además de responder le hizo una aclaración: "Entiendo lo que quisiste preguntar, pero no es ‘mi enfermedad'. Tuve una enfermedad que gracias a Dios no está más".
Al hablar del tratamiento al que se sometió, explicó: "Me hicieron una mastectomía bilateral, que es una cirugía radical para que no haya margen de error y no vuelva a aparecer, de todos modos, sigo siendo una paciente en controles por 10 años. El 11 de mayo cumplí 4 años de estar sana. Ojalá siga así por muchísimos años más".
Por último, agregó: "Aunque suene increíble, teniendo la bendición de sobrevivir a esa maldita enfermedad, fue un despertar para mí".
"Fui a hacerme una mamografía porque sentí como una bolita en la lola izquierda, mientras me duchaba. Igual, en ese momento no entré en pánico. Me fui asustando con la cara de los médicos que, después de muchos estudios, solo me decían ‘las imágenes son feas'. Hasta que finalmente me diagnosticaron: ‘Tenés cáncer, pero es un carcinoma in situ. De esto no te vas a morir'. Me enojé con la vida. ¿A los 30 años un cáncer? No lo podía entender. Estuve diez días sin salir de mi casa", detalló tiempo después en una entrevista con la revista Gente.
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