El peor momento de la China Suárez con su hijita Magnolia. Qué pasó
Pronósticos poco alentadores, internación y mucha oración
La China Suárez contó el terrible momento que vivió con Magnolia cuando tenía tres meses de vida: "Estuvo una semana internada y me dijeron que tendría que operarla".
La actriz contó por primera vez, la afección que tuvo su hija y cómo logró salir adelante cuando los pronósticos no eran del todo alentadores.
Más allá de los noviazgos que ha tenido o de los escándalos que ha protagonizado por ese tema, la China Suárez no habla jamás de sus problemas públicamente. El público no se a enterado jamás de su boca, de ningún mal momento personal que ella haya tenido que atravesar y los que sí se han difundido, fueron generalmente por intermedio de otras personas.
Es por esto que sorprendió tanto que en un vivo que hizo el lunes por la noche en su cuenta de Instagram, se animara a compartir uno de los momentos más duros que le ha tocado afrontar como mamá. "Cuando Magnolia tenía 3 meses más o menos, le agarró fiebre y yo la veía que estaba muy caída. La llevamos a la guardia de madrugada y la dejaron en observación porque cuando tienen fiebre muy alta antes de los 3 meses, como no tienen todas las vacunas, hay que dejarlos. El tema es que le hacen estudios y una de las enfermeras me dice que una de las posibilidades era que tenga Meningitis. Lo primero que hice fue googlear, casi me muero. Empecé a llorar.... terrible".
Magnolia es la mayor de las hijas que tuvo con Benjamín Vicuña. Luego vino Amancio.
Pero los días pasaron y la cosa cambió: "Una semana después, ella seguía internada y nos dijeron que era una infección urinaria gracias a Dios. Seguimos con los estudios, fuimos con el mejor nefrólogo y le hicieron hasta una punción lumbar. La cosa es que ella había nacido, y lo cuento con mis palabras, con una especie de tapita que filtra el pis de la vejiga a los riñones vencida".
La patología se conoce como reflujo vesicoureteral que lo que provoca es que la orina, en vez de ir de los riñones a la vejiga por los uréteres, haga el recorrido opuesto. "Me dijeron que necesitaba un antibiótico por todo el primer año para que no volviera a infectarse y luego, necesitarían operarla para evitar más adelante el trasplante".
Por supuesto que la situación generó muchísima angustia pero la China jura que siempre confió en que todo se acomodaría. "Yo me acuerdo que con los estudios en la mano, lo miré a Benjamín, la miré a mi mamá y les dije: "Magnolia se va a recuperar". Los dos me decían que yo y mi optimismo... y al año, le hicimos los estudios y no hizo falta la cirugía. Para mí, siempre es cuestión de fe".
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