Peleados a muerte, ¿por qué se odian los hermanos Dente?

Tomás Dente fue contundente al definir su relación con su hermano Fernando: "Me planteo qué siento por mi hermano y la respuesta es <NADA>"

El periodista habló abiertamente sobre la mala relación que mantiene con el artista desde hace años.

"Voy a ser categórico, no existe una posibilidad de acercamiento con mi hermano", afirmó Tomás sin rodeos al referirse a Fer Dente.

Estas declaraciones se produjeron poco después de que se conociera que el artista habría solicitado a América que no le dieran un espacio a su hermano. "No tengo vínculo con Fer desde hace muchos años. No lo quiero, pero tampoco lo odio. Simplemente, no tengo ninguna relación con él", comentó en Socios del espectáculo (El Trece).

"Siempre digo que es muy difícil amar o querer a una persona con la que no tienes vínculo. Me pregunto qué siento por mi hermano, y la respuesta es 'nada'", agregó Tomás.

Cuando el notero intervino mencionando que habían hablado con Fernando, Tomás -visiblemente molesto- interrumpió: "¿Te trata tan bien como yo? Porque es un poco divo. Muchos periodistas amigos me dicen: 'Che, le escribí a Fernando y no me contesta'. Para mí, las estrellas están en el cielo y en Suecia, como Roxette (banda de la que soy fanático). Pero al final del día, todos somos seres humanos".

El periodista continuó aclarando su postura: "Para que no haya dudas, quiero dejar claro que no siento odio por mi hermano, pero tampoco siento amor. Hay muchas cosas que no cuento, pero si investigan un poco en la familia, el resto de los hermanos, sobrinos y tíos, entenderán mejor la situación".

Sobre la posibilidad de una reconciliación con Fernando, Tomás fue tajante: "Mi respuesta es no. No me interesa tener vínculo con mi hermano desde hace ya mucho tiempo. No lo decía antes, pero eso no significa que lo odie. Yo elijo a quiénes tengo cerca y en quiénes invierto mi tiempo. Las personas que están alrededor de uno, hablan de uno. Y, la verdad, es que hace mucho tiempo que elijo tenerlo lejos".

"Hay una incompatibilidad de valores. Somos como el agua y el aceite. Estamos en las antípodas en cuanto a pensamientos y valores, para que se entienda. No quiero tener cerca a una persona con la que no comparto valores. Esto se debe a diferencias existenciales irreconciliables", concluyó el periodista.