Lotocki complicado: revelan el olor asqueroso que descompuso a todos en el quirófano
El cirujano plástico colombiano Sergio Rossaroli operó a expacientes de Lotocki y brindó detalles escalofriantes.
Cada vez se conocen más testimonios que complican al cuestionado cirujano Aníbal Lotocki, sobre todo tras la muerte de Silvina Luna. Una de las últimas en hablar fue Beatriz Berger, quién se operó en 2010 y a los 9 años comenzó a sufrir problemas de salud.
Con problemas en sus riñones, Berger entró en desesperación y acudió a un cirujano colombiano para que hiciera el mejor trabajo posible y le extrajera en el quirófano el producto que le había introducido en su cuerpo Lotocki y que muchas damnificadas calificaron como "veneno".
Fue el mismo cirujano plástico Sergio Rossaroli el que habló con el programa "DDM" (América) y explicó el tipo de operación que realiza como su especialidad. Habló de "cirugía de rescate reparadora no estética" y especificó que el 95% de los pacientes tiene silicona líquida, pero que el aditivo varía dependiendo cada caso. "Algunos tienen Subiton, que es el cemento para huesos, otros, resina odontológica, y otros no sé... pero en el quirófano se siente un olor a aceite quemado industrial", disparó.
"El caso de Beatriz es un caso atípico porque no es el caso convencional que tenemos por parte de material biopolímero. Es un caso que generó un endurecimiento con calcificaciones internas comprometiendo gran parte del tejido muscular. Algo que nos llamó mucho la atención fue que durante el procedimiento quirúrgico, cuando estábamos haciendo los cortes de todo ese tejido comprometido, despedía un olor demasiado fuerte, un olor bastante tóxico, lo asociábamos con veneno de aspersión", señaló.
Después de señalar que "fue muy trabajoso y difícil poder remover de las fibras musculares todo ese tejido comprometido", advirtió que no puede decir de qué sustancia se trataba. "Es la primera vez que nos enfrentamos a este tipo de sustancias, o por lo menos que dan este tipo de olor. Todo el equipo quirúrgico tuvo que ponerse dos o tres tapabocas porque no tolerábamos el olor en la sala. La verdad es que es difícil llegar a describir qué tipo de sustancia tenía porque no tenemos forma de enviar a analizar nada de esto. El patólogo no nos podría decir qué tipo de sustancia", agregó.
A modo de cierre, remarcó que pudieron despejar todo ese tejido y hacer la primera parte de reconstrucción, donde levantaron el glúteo y le dieron firmeza a esos tejidos. "Lo que resta es más adelante es darle un poco más de relleno, si es que el paciente desea", finalizó.
Comentarios