Luis Ventura destruido con el caso de More Rial presa

La verdad revelada de Luis Ventura sobre el drama de Morena Rial y su respuesta a las palabras de Jorge Rial: "Ahora damos mensajes éticos". Se picó entre los adultos y pareciera que sus egos o sus peleas importan más que lo que está atravesando Morena quien actualmente está privada de su libertad.

Como padrino de la joven, el periodista de A La Tarde no pudo evitar mostrarse afligido por tener que dar la noticia en la pantalla de América TV. Contó hechos que no se conocían y cuestionó la falta de atención a la joven de parte de su familia.

Luis Ventura no pudo ocultar su tristeza al aire de A La Tarde al tocar el caso de Morena Rial, la hija de Jorge, que fue detenida acusada por un robo.

"Un lugar difícil el de hoy, porque hay que llevar adelante un tema, por el cual desde las 5 de la mañana estoy recibiendo llamadas telefónicas incesantes, bloqueándome todas las líneas telefónicas, pidiéndome por favor... y que yo hasta ahora traté de evitar. Hoy este es mi lugar, lamentablemente. No es que uno vaya a buscar la noticia, la noticia lo viene a buscar a uno", comenzó diciendo el periodista y pidió que Luis Bremer ampliara la información sobre la detención de Morena.

Y siguió luego: "Sería muy fácil hacerme el boludo y mirar para otro lado, como hay otra gente que lo está haciendo. Hay gente que deslinda responsabilidades hacia los costados y no asume las responsabilidades propias".

"Voy a contar algo que no se sabía. Yo estaba participando en un programa que conducía Mariano Iúdica en este canal, en Gorriti, 'Involucrados'. Me suena el celular a media mañana, del otro lado de la línea una voz de una joven llorando, diciendo que se iba a suicidar. Era una voz conocida, yo conocía a la dueña de esa voz y como estaba, revoleé el micrófono, me paré, y me dirigí al lugar donde me habían llamado. En el mientras tanto, llamé al teléfono del que había recibido la llamada sosteniendo la tensión de quien me había llamado diciéndole que me fuera preparando unos mates y que los mates me gustaban dulces, porque tenía miedo que tomara una decisión irrevocable que no se pudiera manejar. Y también para lograr el tiempo para llegar al lugar", agregó ante la desesperación del momento.

"Cuando llegué, estaba ella con dos perros encerrados en el balcón. Una casa bastante desordenada, estaba sola y me recibió llorando. Nos abrazamos y le dije si quería que fuera a comprar facturas y me dijo que no, que ya tenía el agua caliente y me empezó a cebar mates. Me nació del corazón. Inmediatamente, agarré un teléfono y aunque hace mucho que no tenía el teléfono de su papá, llamé y nunca tuve una respuesta del otro lado. Empecé a llamar a personal de este canal para ver si lo podían ubicar para decirle lo que estaba pasando. Nunca hubo una devolución. Su hija se había intentado suicidar. En el mensaje yo debo haber recibido una fotografía que debo guardarla en alguno de los celulares, con sus muñecas tajeadas. En ese momento no supe qué hacer. Llamé a Liliana Parodi para que intentara ubicar al papá. En el interín, escuché tantas barbaridades dirigidas a dos personas, imaginensé quiénes. Contándome intimidades, situaciones al límite para una joven que me estaba llamando, ya madre de familia", narró Ventura con dolor.

Fue Luis quien tomó decisiones en ese momento: "Lo único que se me ocurrió es que viniera una ambulancia con un clínico, un psicólogo y un psiquiatra. A los pocos minutos tocan el timbre y suben todos los profesionales. Me dijeron que estaba muy alterada, que la iban a internar. Y yo cuando dejé a esa niña que me decía 'tío' todo el tiempo, supe que la habían internado. Guillermo Marín no me deja mentir, compadre del papá de esta chica. Termina internada en el sanatorio Finochietto. Ahí se labra un diagnóstico, ella queda internada en un psiquiátrico de la zona de Almagro. Con el pelado Marín éramos los únicos pelotud*s que íbamos a visitarla, que al grito de 'sacame de acá, yo me voy a volver loca acá adentro', tenía que soportar ese cuadro dantesco de gente con serios problemas neurológicos que estaba conviviendo con una chica que para mí no tenía ningún tipo de desvarío mental. Pero yo no era su familia, su sangre, ni quien la había educado o criado, acompañé desde la cercanía o lejanía de la situación como pude".

"A los pocos días le dan el alta, y cuando esa persona empezó a llamarme pidiéndome salir en medios queriendo contar su verdad, yo elegí que esa verdad no trascendiera. Pero yo conozco esa verdad y cada una de las palabras que esa persona me contó, porque yo vi, las escuché. Ahora nos hacemos todos los buenos, damos mensajes éticos, 'yo no tengo nada que ver', 'es mayor de edad', nos lavamos las manos... y a lo mejor, quien lleva el peso hoy y está en todos los medios es la persona menos responsable de todas... El día que realmente tome la decisión de contarlo se van a dar cuenta por qué. No deleguemos a jóvenes que se equivocaron y habría que preguntarse por qué", finalizó Luis Ventura en su fuerte editorial, detalla Pronto.