Por qué hay que poner sal alrededor de una foto tuya y para qué sirve

Desde la antigüedad, la sal se ha usado para conservar y condimentar los alimentos, sin embargo, también, se le han atribuido significados religiosos, poderes malignos e incluso propiedades claves en las prácticas de la alquimia. Asimismo, este condimento, a través de las distintas culturas, fue ganando valor económico y se transformó en moneda de cambio y salario.

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A bien, para quienes practican el esoterismo la sal es esencial para despejar las malas energías tanto de las personas como de los espacios del hogar como de los lugares de trabajo. Sin lugar a duda, la sal, es dueña de propiedades mágicas contra el mal de ojo, la envidia y los trabajos de magia negra.

Donde hay gente envidiosa, que pone trabas, habla a tus espaladas, etc., y todo eso genera malestar físico como dolores de cabeza, náuseas, entre otros, para combatirlo se debe tomar una foto propia y rodearla de sal gruesa. Asimismo, cada día, durante una semana ininterrumpida, hay que sumar algunos granos de sal para fortalecer la protección. Pasados los siete días, tirar los restos en tierra o por un desagüe y la foto se debe guardar en un cajón con cosas personales.

Para proteger el hogar: Poner un puñado de sal gruesa en cada rincón de la casa y detrás de la puerta principal de ingreso. Luego barrer toda esa sal desde el interior hacia la puerta. Cuando toda la sal se encuentra en la puerta de ingreso a la casa, hay que juntarla y tirarla en una maceta o un lugar con tierra.

Contra el Mal de Ojo: Poner debajo de la cabecera de la cama un vaso de agua con sal gruesa. Se deja durante siete días, se puede ir agregando algunos granos y el último día se tira todo por el desagüe, o se deja en una maceta o en un lugar con tierra que lo neutralice.

Para purificarnos: Disolver un puñado de sal gruesa en un recipiente de agua tibia, luego de terminar de ducharse, enjuagarse con el agua con sal desde el cuello hacia los pies, por delante y por detrás, que el agua cubra el pecho y la espalda. No enjuagarse. Finalmente, limpia bien la bañera o piso de la ducha.