Verdulería, cena y nerviosismo: los últimos minutos de vida de Martínez

Misterio, duda y dolor. La muerte de Gustavo Martínez, producida la madrugada del miércoles cuando se arrojó desde el piso 21 de una torre del barrio porteño de Belgrano, sigue generando conmoción. En medio de esta desgracia, se conocieron detalles de los últimos movimientos del ex de Ricardo Fort.

De acuerdo a la información que se pudo conocer gracias al testimonio de los vecinos, una de las últimas actividades del tutor de Martita y Felipe Fort fue hacer compras para dejarles a los menores todo lo que necesitan.

"El martes a la tarde compró una buena cantidad de verduras y frutas. Siempre venía acá y a veces bajaba con los chicos. Parecía alguien muy bueno y que quería a los nenes porque siempre me hablaba de ellos", relató ante los medios el verdulero del local que está en diagonal a la explanada del edificio ubicado en Sucre al 1900.

Si bien no recordaba bien el horario, esto se produjo en las primeras horas de la tarde. Fuentes cercanas a los mellizos Fort revelaron que esa tarde se mostró nervioso e inquieto. Efectivamente, estaba tramando cómo iba a quitarse la vida. En América TV informaron que a la tarde realizó el corte de la red de contención del balcón con un cuchillo de cocina.

"Esta mañana un vecino de la calle O' Higgins me comentó off the record que ayer (por el martes) desde las seis de la tarde vio movimientos raros en ese departamento, en ese balcón. Desde su departamento se veía a una persona manipulando la red de protección. Tal es así que esa persona dio aviso al personal de seguridad del edificio", contó Santiago Zeyen, cronista de "Nosotros a la mañana".

El cuchillo con el que cortó la red de contención. Fue el propio Felipe el que dijo que "hace días se encontraba deprimido en virtud que los mismos cumplirían mayoría de edad agregando que mencionaba querer arrojarse del balcón".

Cómo fue la última noche de Gustavo Martínez Después de haber analizado el panorama desde el balcón, el hombre trató de seguir con cierta normalidad su vida. Cocinó para los mellizos y para un amigo del adolescente que se había quedado a dormir en el departamento. Los cuatro cenaron. Se dice que Martínez preparó milanesas con ensalada y papas fritas, según dijeron allegados.

Descansar fue algo que no pudo hacer. De acuerdo a lo que se supo, seguía inquieto. Eran sus horas finales. A las 4,15 el ruido de un golpe en seco alertó a uno de los guardias del edificio. Era el cuerpo de Gustavo que había caído desde el piso 21. En shock, el hombre llamó rápidamente al 911: "Se acaba de tirar un propietario. Es en Sucre 1949 entre Tres de Febrero y O'higgings". La Policía de la Ciudad y una ambulancia del SAME llegaron rápidamente al lugar, pero no había mucho más qué hacer.